Archidiócesis de Sevilla

La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española acaba de elegir como presidente a d. Ricardo Blázquez,  Arzobispo de Valladolid, para el próximo trienio.  Durante los días que hemos compartido en el Pontifico Colegio Español con los obispos españoles con motivo de la Visita ad limina no tuve ocasión de hablar directamente con él, pues ellos tenían su programación y los colegiales nuestra vida académica. 

Pero hay que reconocer que en las conversaciones que surgían en el comedor había un consenso generalizado sobre la idoneidad de su persona en orden a la comunión eclesial. No en vano ha desarrollado con una extensa bibliografía personal la eclesiología de comunión subrayada por el Concilio Vaticano II.

En su libro  La Iglesia del Concilio Vaticano II  califica la comunión como “trascendental” en la Iglesia, “una de sus dimensiones constitutivas”.   Desde esta concepción eclesial añade que “la comunión recibida se convierte en posibilidad, medida y exigencia de unidad: el don precede, acompaña y desborda cualquier realización unificadora de los hombres”.

Esta elección pone en evidencia que para la Conferencia Episcopal Española actual, la comunión se convierte por tanto en el criterio para “abrir nuevos caminos al Evangelio” . Este fue el reto que el Santo Padre  les indicó  a los obispos españoles en el Discurso escrito que les distribuyó  durante el encuentro de la Sala del Consistorio el pasado 3 de marzo.

Felicito  pues desde este espacio a la Conferencia Episcopal Española por la elección de un hombre de comunión como presidente y le auguro un buen trabajo apostólico, del que estoy seguro que todos nos sentiremos beneficiados espiritualmente.