Archidiócesis de Sevilla

Hoy podríamos decir que Internet cumple 25 años. Con la creación de la World Wide Web se abrió un espacio  virtual que, a día de hoy, ha aportado enormes ventajas al mundo de la comunicación, tanto institucional como personal, pero que  a la vez no se visto de libre de muchos peligros.

Frente a aquellos que consideran demoniaca su existencia, el Papa Francisco no ha dudado en calificar Internet como un  don de Dios en su Mensaje para la  48 Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales.  No cabe duda la ventaja que ha supuesto este medio en orden a la inmediatez y a la cercanía de las comunicaciones.

En el mismo Mensaje, y en continuidad con de su antecesor, advierte el Santo Padre de los riesgos que conlleva cualquier avance tecnológico en este campo si no va acompañado de una formación en los criterios éticos para su uso. No en vano Internet ofrece, a la vez que inmediatez y cercanía, la posibilidad del anonimato, de la ficción o suplantación de personalidad, la coartada para evitar el encuentro personal y la posibilidad de hacer daño sin escrúpulos.

Las filtraciones de noticias, los suicidios anunciados, o como consecuencia de un acoso, a través de las redes sociales, son ejemplos concretos de las consecuencias negativas de un progreso que no vaya acompañado de una adecuada reflexión y formación moral. 

Es por tanto un reto para la Iglesia ofrecer en el campo pastoral de las comunicaciones sociales estos espacios de reflexión para aquellos cristianos que, sensibles a las nuevas posibilidades que ofrece Internet, requieren de una formación adecuada que integre todas las posibilidades que se ofrecen como una oportunidad de Nueva Evangelización.  

Ver Documento “Iglesia e Internet”