SETENTA VECES SIETE
El pasado 17 de diciembre el Papa Francisco cumplió 77 años, aniversario que celebró con el personal que atiende la Residencia Santa Marta, donde vive desde que se instaló para el Cónclave, y con unos invitados especiales: tres indigentes que duermen habitualmente en los soportales de la via della Conciliazione.
Como bien sabemos, la numeración tiene en muchas ocasiones un contenido simbólico en la Sagrada Escritura. Precisamente el número 7 tiene la significación de plenitud. El mismo Señor juega con este contenido simbólico cuando exhorta a los discípulos a perdonar setenta veces siete, que quiere decir siempre.
El pontificado de Francisco está marcado también por la simbología. Los gestos e imágenes que ofrece deben ser interpretados no solo como su programa de vida y de ministerio, sino que también suponen una invitación para todos a seguir con coherencia y fidelidad los mandatos del Evangelio.
He aquí siete gestos o expresiones que Francisco repite setenta veces (es decir, hasta la saciedad) para que vayan entrando en la mente y el corazón de los cristianos:
1. RECEN POR MI: Todo lo que una persona necesita para vivir y para cumplir con sus responsabilidades es pura gracia de Dios. Debemos pedir el don del Espíritu para todos en la comunión de los santos que nos une. Desde que salió al balcón de la Logia vaticana por primera vez, aquella noche del 13 de marzo del año que ahora termina, Francisco no ha parado de pedir que recen por él.
2. DIOS NO SE CANSA DE PERDONAR: El papado de Francisco es un subrayado permanente de la misericordia de Dios, incluso su mismo escudo papal lo indica: Miserando atque eligendo. Desde sus inicios, el Sucesor de S. Pedro nos insiste a todos a que acudamos al Sacramento de la Reconciliación para encontrar el perdón de Dios, como él mismo hace cada 15 días, según nos dijo en una de sus catequesis.
3. VAYAN A LAS PERIFERIAS: A pesar de la tentación de estar con los de siempre y pasar de los que no están, el Papa nos exhorta constantemente a salir de nosotros mismos, de nuestro grupos cerrados, de nuestras estructuras cómodas y buscar a los que no conocen aún la alegría del Evangelio. Así nos demostró con el ejemplo cuando fue a Lampedusa para acercarse a la dura realidad de los inmigrantes que llegan a sus costas, también en la Celebración de la Cena del Señor el pasado Jueves Santo en la cárcel, lavando los pies de los presos.
4. LA REVOLUCIÓN DE LA TERNURA: Las Audiencias generales de los miércoles son un hervidero de multitudes que acuden para escuchar y saludar a Francisco. Según un estudio publicado por Zenit, ya son más de un millón y medio las personas que han pasado por la Plaza de San Pedro para acudir a esta cita. Pero a su vez, estos encuentros reflejan la preferencia del Santo Padre por acercarse a los que más necesitan de la ternura de Dios: los enfermos, los niños y los ancianos.
5. LA REFORMA DE LA IGLESIA: Cuando el cardenal Bergoglio fue elegido Papa agradeció antes que nada la confianza de sus hermanos cardenales y les aseguró que traduciría en obras todas las reformas que se habían puesto de manifiesto como necesarias en las Congregaciones Generales previas al Conclave. Dicho y hecho. El Papa nombró un Consejo de 8 cardenales con los que se ha encontrado ya en dos ocasiones para plantear la reforma de la Pastor bonus, que regula la Curia vaticana. Pero lo que no contábamos el resto de católicos es que la reforma que el Papa pretende va dirigida a todos, con un objetivo claro: ponernos en “estado de misión”, anunciando el Evangelio “todos a todos”, cada uno desde su experiencia de encuentro personal con Jesús, desde su historia de salvación, y cada uno como sepa expresarse: con sus palabras y con el testimonio.
6. LA CERCANIA EVANGELICA: El Espíritu Santo nos ha regalado un Pastor cercano a la gente, que utiliza expresiones sencillas que todos comprenden, creyentes o no; que se concibe pecador como todos, y que lo dice públicamente. Evidentemente son rasgos propios de sus antecesores inmediatos, tal y como lo ponen de manifiesto los que tuvieron oportunidad de relacionarse con ellos pero Francisco lo muestra sin ninguna timidez.
7. LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN: Del mismo modo que cada homilía suele terminar con una referencia a la Madre del Señor, también el Papa hace siempre un guiño en este sentido, y no solo en sus palabras sino con hechos concretos: sus visitas a Santa María Mayor, la devoción extendida por el él a la Virgen Desatanudos, la referencia constante a la importancia de Aparecida en la Misión continental de América Latina, etc .
Éstas podrían ser las insistencias más comunes del Papa Francisco y por eso podemos denominarlas sus “setenta veces siete”, que, no sumando los setenta y siete, hacen referencia a sus años de vida cumplidos en estos días.
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