Archidiócesis de Sevilla

El pasado domingo, Fiesta del Bautismo del Señor, el Papa Francisco anunció desde el balcón de su estudio tras el rezo del Angelus, la creación de  19 nuevos cardenales en el próximo Consistorio, convocado para el 22 de febrero, Fiesta de la Cátedra de San Pedro. 

 

Los medios de comunicación italianos fueron los primeros en ofrecer análisis sobre la noticia, algunos sin ningún tipo de fundamento como que el Santo Padre nombraba “ahora” a colaboradores de la periferia. Basta ver la procedencia de los últimos consistorios, por poner un ejemplo se pueden citar los convocados por Benedicto XVI  en 2010, 2011 y 2012, para comprobar la procedencia multicultural de los cardenales que van siendo nombrados al servicio de la Iglesia Universal.

 

Lo que si ha presentado novedad esta vez ha sido el modo de anunciarlo a los designados. Se enteraron a la vez que todo el mundo que se encontraba en la Plaza de San Pedro a esa hora, es decir, a través de los medios de comunicación, porque no estaban allí como se pueden imaginar.

 

El Papa, en su estilo habitual, ha dirigido una carta personalmente a cada uno trasladándole la intención de su designación y el estilo con el que desea que ejerzan su nuevo ministerio, que no representa ningún tipo de honor ni promoción sino “sencillamente un servicio que exige ampliar la mirada y ensanchar el corazón” . Además les insta a que humildad  con que lo deben ejercer se refleje en las celebraciones que rodeen su nombramiento, que deben responder al espíritu evangélico de austeridad, sobriedad y pobreza.  Ver video

 

Ya en la felicitación de Navidad a la Curia romana, El Papa había señalado las actitudes que necesitaba de sus colaboradores inmediatos: profesionalidad, servicio y santidad. Es decir, “competencia, estudio, actualización” para lo primero,  “servicio al Papa y a los obispos, a la Iglesia universal y a las Iglesias particulares” para el segundo y la necesidad de la ejemplaridad para ser referentes en la Iglesia, como los viejos curiales, refirió el Santo Padre.

 

Son precisamente las notas que podemos señalar de Mons. d. Fernando Sebastián, Arzobispo emérito de Pamplona y Obispo emérito de Tudela, que hemos tenido la ocasión de escuchar en varias ocasiones, invitado por nuestro Arzobispo.  Precisamente la última fue el pasado mes de septiembre, dirigiendo los ejercicios Espirituales de nuestro  Seminario Metropolitano. Es esta tanda de Ejercicios a los seminaristas les dijo: “El ideal de una iglesia no es estar a la medida de mi pueblo, sino estar a la medida de la Iglesia universal. Por eso, la Iglesia no tiene por qué ser andaluza, catalana, nacionalista… La Iglesia es grande y auténtica cuando es católica. En una iglesia local se vive la riqueza de la Iglesia universal. “ De esta afirmación podemos deducir que el Espíritu Santo ya había ensanchado su corazón y ampliado su mirada antes de ser llamado por el Papa al nuevo ministerio encomendado.

 

El Papa Francisco ha valorado desde su primer discurso dirigido a sus hermanos la importancia de la fraternidad  en el Colegio Cardenalicio. Seguro que la colaboración directa de d. Fernando Sebastián le ayudará en la tarea de impulsar una Iglesia misionera que llegue a todas las periferias existenciales.