Archidiócesis de Sevilla

La Solemnidad del Corpus Christi nos recuerda a toda la Iglesia no solo la presencia real de Jesucristo en el sacramento de la Eucaristía, sino la comunión que el Señor va trazando entre nosotros cuando realmente somos dóciles a su voluntad. Es precisamente  la comunión el deseo intimo expresado por Jesús en el discurso de la Ultima Cena: “que todos sean uno como Tú, Padre, y yo somos Uno” (Jn 17). Es la unidad, recibida del Misterio Trinitario, el requisito que Él establece para que el mundo crea.

 

Por este motivo, el próximo domingo estamos todos convocados a Adorar al Santísimo Sacramento en comunión con el Papa simultáneamente en todo el mundo. En la S. I. Catedral de Sevilla también se sumará nuestra Iglesia Diocesana. A través de este gesto de comunión podremos hacer visible la unidad vivida en un solo Cuerpo.

 

También las Hermandades y Cofradías tienen que crecer como el resto de realidades eclesiales en orden a la comunión. En la Homilía de la Santa Misa de la Jornada de las Cofradías y la Piedad Popular con motivo del Año de la Fe, El Papa Francisco hizo referencia concreta a esta unidad, en referencia a la “eclesialidad” que pedía a las Cofradías:  “La piedad popular es una senda que lleva a lo esencial si se vive en la Iglesia, en comunión profunda con vuestros Pastores.”

 

De este modo, el Pastor se convierte, en el ejercicio de su ministerio, en el garante de la unidad deseada por el Señor Jesús.  Las tareas de gobierno de la Iglesia nos remiten a los inicios, como añadía en Santo Padre en la homilía referida: ”En la Iglesia naciente fue necesario inmediatamente discernir lo que era esencial para ser cristianos, para seguir a Cristo, y lo que no lo era.”

 

El discernimiento de lo esencial corresponde por tanto al Obispo, asesorado por sus vicarios y delegados. Puede que “lo esencial” no sea comprendido por todos, o no sea popular, pero no está sometida al consenso la voluntad del Señor, expresada en la Iglesia.

 

El Papa elogiaba a las Hermandades y Cofradías y las animaba en este sentido: “Sois una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia. Amad a la Iglesia. Dejaos guiar por ella.”

 

En la medida en que profundicemos todos en la comunión eclesial a la que somos invitados irá disminuyendo la búsqueda de protagonismo y significatividad, que nada tiene que ver con la devoción y la piedad popular de la que en muchas ocasiones no somos buen ejemplo a pesar de nuestra larga historia. 

 

Texto completo de la Homilia del Papa Francisco en este ENLACE.