Archidiócesis de Sevilla

Una de las grandes ventajas que me está ofreciendo la estancia en Roma es la cantidad de iniciativas pastorales que voy conociendo y compartiendo en este blog. La última que he tenido la oportunidad de vivir es el tradicional Concierto de Navidad que, cada Domingo de Gaudete (III Domingo de Adviento), ofrece el Coro de la Diócesis de Roma en la Basílica Mayor de San Juan de Letrán.

Podría hacer un comentario a la magnifica selección de piezas que interpretaron, propias de las fiestas que se avecinan, pero no me centraría en la originalidad que quiero subrayar. Lo que realmente me entusiasma es la pastoral que su director, Mons. Marco Frisina, desarrolla a través de la música.

La peculiaridad de  este Coro diocesano es que no solo se reúne para ensayar o para interpretar, sino que vive un verdadero camino de fe. Cada semana tienen una oración previa al ensayo de cantos, que se concluye con el rezo de Completas; cada mes una mes un Encuentro con una meditación sobre un Salmo que continua con la Adoración Eucarística y cada tiempo litúrgico “fuerte” son convocados para un Retiro, con meditación, tiempo de oración personal y celebración del Sacramento del Perdón.

Podría parecer un grupo de selectos pero nada más lejos de la realidad. Sus casi 200 miembros proceden de todos los sectores sociales, no todos tienen el mismo conocimiento musical y muchos han iniciado un proceso de conversión desde su ingreso en el Coro. A todos les une la vocación musical y la fe, y lgunos han encontrado la pareja con la que formar una familia.

Creo que esta línea pastoral abierta por Monseñor Frisina puede dar muchos frutos de Nueva Evangelización, pues, como él mismo afirma, “la música es el acceso a Dios más directo, porque transmite la belleza del Misterio de un modo, si cabe,  más completo que la palabra”.