Archidiócesis de Sevilla

Con esta expresión, el Santo Padre exhortó a los obispos españoles, que se encuentran en Roma en la visita ad limina apostolorum, a poner sus diócesis “en estado de misión permanente”.

 

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Esta visita, que los obispos realizan cada cinco años según el Código de Derecho Canónico (can. 399-400), expresa los “vínculos de unidad, de caridad y de paz  que  los obispos mantienen con el Sucesor de Pedro, según la más antigua disciplina de la Iglesia”, recogida en el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium 22).

 

En este momento eclesial de comunión, los obispos peregrinan a Roma y celebran la Eucaristía en los Sepulcros de los Santo Apóstoles Pedro a Pablo. Además son recibidos por el Santo Padre, en este caso el Papa Francisco, y van entrevistándose con los distintos organismos dispuestos por la Santa Sede al servicio de las diócesis, tal y como resalta el Papa. Estos “discasterios”, más que órganos de control, deben ser una ayuda para la misión que cada Iglesia particular tiene de anunciar a Jesucristo.

 

En el discurso entregado a los obispos por el Santo Padre en el encuentro que mantuvieron en la Sala del Consistorio, el pasado 3 de marzo, les subrayó las siguientes ideas fundamentales:

 

1.     La necesidad de escuchar a todos de corazón a corazón, con ternura y misericordia, como hacía el Señor, y de buscar como Él lo que verdaderamente une y sirve a la mutua edificación.

2.     La certeza que un obispo debe sentir y creer de que no está solo en la misión, sino de que cuenta con sus colaboradores más directos, los sacerdotes, los consagrados y los fieles.

3.     La falsa idea de la fe como simple herencia cultural, en lugar de reconocer que nace del encuentro personal con Jesucristo y la aceptación “libre y gozosa” de la nueva vida que Él nos ofrece. Algo en lo que insistía permanentemente el Papa emérito Benedicto XVI.

4.    Y la necesidad de la evangelización de las familias, pues “una familia evangelizada en un valioso agente de evangelización” ante la “dura indiferencia de muchos bautizados y la existencia de una cultura mundana que arrincona a Dios en la vida privada”

 

La Iglesia es comunión a imagen de la Santísima Trinidad, y esto lo pone de relieve, entre otras muchas estructuras de la Iglesia, este acontecimiento de gracia que la Iglesia de España está viviendo estos días junto a la Sede de Pedro.

 

Estas reflexiones del Papa Francisco, junto a las celebraciones  de la Eucaristía en las Tumbas de San Pedro y San Pablo, no pueden ser mejor preámbulo para  la próxima Asamblea General de la Conferencia Episcopal Española que dará inicio la próxima semana, y que elegirá su nuevo Presidente y vicepresidente, junto al resto de cargos  que rigen las distintas comisiones.