CONFERENCIAS CUARESMALES (3 al 7 de marzo de 2009)
RESÚMENES DE LAS CONFERENCIAS
Martes, 3 de marzo
DIOS, GARANTÍA DE LA ESPERANZA
Ante las dificultades del momento, no puede acudirse a Dios para huirde las responsabilidades que puede tener cada uno, sino para encontrar la luz y la fortaleza que se necesitan para afrontarlas como creyentes. Dios no es el refugio de la irresponsabilidad y la evasión, sino el encuentro con quien da sentido a los valores más imprescindibles de la existencia. Dios tiene que estar en el primer puesto de los intereses del creyente. Vivir al margen de Dios es condenarse al vacío de la existencia. Solamente Dios ofrece más que fundadas razones para vivir y para esperar. La confianza asegura que las promesas de Dios serán cumplidas. Y la humildad hará reconocer que la fe es un regalo completamente gratuito que Dios ofrece al hombre.
Miércoles, 4 de marzo
LA TRISTEZA DE VIVIR SIN FE
El hombre piensa y actúa creyendo que se basta y sobra a sí mismo. No tiene necesidad de Dios. Las consecuencias no pueden ser más nefastas: autosuficiencia y arrogancia, ambición y vanagloria, utilización egoista del poder… El pecado es la mala voluntad del hombre libre que se empeña en volver las espaldas a Dios. Quien hace mal a los ojos de Dios cae en la injusticia y el desprecio a los demás. El pecado es como un cáncer invisible que va matando lo mejor que puede haber en la persona: la capacidad de respetar y querer a sus semejantes. El pecado hunde en la inmensa tristeza de haber caído en la peor de las corrupciones: la de uno mismo. Ha perdido su propia identidad como persona y, por supuesto, como cristiano. Pero en el camino del retorno siempre está abierta la puerta de la misericordia.
Jueves, 5 de marzo
CRISTO ES LA SALVACIÓN
Qué hacemos los cristianos con la luz que Cristo ha puesto en nuestras manos? No puede quedar sepultada bajo el celemín del miedo o de la indiferencia. Tampoco el pretender que Cristo rebaje las exigencias del Evangelio para seguirle con fidelidad. No tenemos otro Dios que el de Jesucristo. Sin imponérselo a nadie, pero sin eludir la obligación de ofrecérselo a todos. Si Cristo viniera hoy al mundo ¿qué haría? Lo mismo que hace dos mil años. Simplemente, porque está y vive con nosotros. Su palabra no cambia ni envejece. Un buen consejo cuaresmal del Maestro Avila: ¡No cansarse de mirar Cristo!
Viernes, 6 de marzo
SU PALABRA NOS DA VIDA
Si quieres seguir el buen camino, deja que Cristo vaya delante. Para encontrar ese deseado camino de una renovación que llene de esperanza y de alegría la vida cristiana y tener siempre al lado una norma y criterio de pensamiento y de conducta, nada más seguro e imprescindible que la Palabra de Dios, que abre los ojos para contemplar la realidad de cada día, y aprender la más importante e imprescindible de las lecciones: conocer, con la luz del Espíritu, la Palabra viva que es el mismo Jesucristo.
Sábado, 7 de marzo
ALEGRES POR LA ESPERANZA
El que se deja acompañar de Dios no conocerá ni la amargura ni la tristeza. Así lo asegura el libro de la Sabiduría. Más que si de un deseo se tratara, el hombre creyente confía en la salvación total y definitiva en el último día, prometido por Dios para el que camina en este mundo con honestidad y justicia. Esa salvación vendrá, no tanto como fruto de un esfuerzo, casi titánico por conseguirla, sino como regalo de Dios. La esperanza, es como esa levadura que transforma la masa de la incertidumbre, de los desconsuelos, de los miedos. Rompe viejos prejuicios de afirmación irresistible del mal en el mundo. Ofrece, en cambio, un sabor nuevo al trabajo y a la cruz de cada día, pues la esperanza es luz que hace ver la huella de la mano de Dios en todas las cosas creadas.
