Muchas personas cuentan que han aprovechado el confinamiento para ordenar y hacer limpieza en armarios. Sería interesante un estudio de la cantidad de papel que se habrá recogido en los contenedores de reciclaje, así como de la ropa depositada en los contenedores de Cáritas (u otros de los que hay cerca de nuestra casa). Se han limpiado armarios y rincones de la casa, y se ha aprovechado para deshacernos de aquéllo que vamos guardando por si acaso… 

Al final, con esta operación limpieza, el efecto que se consigue es deshacernos de lo que nos sobra y quedarnos con lo que nos sirve. Quizás sea un buen momento para hacer lo mismo con nuestro interior. ¿Qué sentimientos me lastran, me hacen daño, me quitan vida, y es mejor que los lleve al contenedor? Esta reflexión nos la ofrece hoy Lety en el Reto del Amor que cada día envían las Dominicas de Lerma.