El sábado 1o de junio se desarrolló en Madrid una jornada formativa, dirigida a los profesionales y voluntarios vinculados a los Centros dicesanos de Orientación Familiar. Hace ya unos años, la Conferencia Episcopal Española consideró necesario recoger bajo un mismo paraguas una realidad que se estaba extendiendo por toda la geografía española. Se trata de los Centros de Orientación Familiar diocesanos. Cada uno de ellos depende de la Delegación de Familia y Vida de su diócesis.

Realidad de los COFs en España

En España existen actualmente más de 70 COFs, y son muy diferentes entre sí. Hay distintos grados de apoyo por parte del Obispo. Distintos grados de integración con la Iglesia local, o con la sociedad civil. Varían mucho los recursos económicos de que dispone cada uno. Las realidades que se atienden son distintas, en función de la población a que se dirijan (personas mayores, gente más joven). También el impulso de los directores de cada COF, así como las competencias de los colaboradores, marcan diferencias entre un COF y otro.

Desde la CEE se da libertad para que cada COF se adapte y desarrolle en función de todas estas variables. Pero, siendo conscientes de que es un mismo fin el que los guía, se consideró oportuno crear un espacio de trabajo conjunto y una red, que proporcionen herramientas para el buen desarrollo de los COFs. Respondiendo a esto, la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida, encargó a D. Martiño Rodríguez, Doctor en Pscicología y Terapeuta familiar y de pareja, la organización de un curso anual para cuidar la formación de los colaboradores de los COFs. Después del parón debido a la pandemia, este año se ha retomado esta actividad tan enriquecedora.

Esta edición se ha planteado con un doble objetivo: profundizar en la identidad de los COF, y ofrecer propuestas de formación sobre temas relacionados con el acompañamiento a las familias en situación de fragilidad.

Identidad de los COFs

Tanto D. Martiño Rodríguez, como D. José Mazuelos, Obispo de Canarias y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, reflexionaron sobre la identidad de los COFs. Hay que ser conscientes de que los Centros de Orientación Familiar diocesanos tienen un distintivo que los diferencia de otros centros: en el caso de los COFs diocesanos, éstos dependen de su Obispo, y hay que asegurar (así como transmitir a quien acude a un COF) que se actúa en comunión con el Magisterio de la Iglesia.

Hay que cuidar que las personas que atienden en un COF, tienen la formación adecuada para acompañar las distintas situaciones que se plantean a la familia, y que disponen de un “saber hacer, que se acompaña de cabeza, manos y corazón, así como con una mirada adecuada”. En definitiva, se trata de ayudar a la persona a “ser persona”.

Propuestas de formación

Aunque en sus inicios los COFs se plantearon para atender al matrimonio, la realidad es que cada vez se amplía más el abanico de situaciones a las que se trata de dar respuesta: duelo, adicciones, problemas con los hijos, etc. En esta jornada se presentaron varias propuestas formativas para acompañar a las familias: acompañamiento a personas mayores, prevención de autolesiones y suicidio, acompañamiento a familias en duelo, y acompañar en las adicciones.

Riqueza de estos encuentros

Tras la presentación de lo hablado en los grupos de trabajo, Monseñor Mazuelos compartió las conclusiones de este curso de formación. Entre otras cosas, habló de la necesaria transversalidad de las actuaciones, de modo que han de trabajar juntos COF, Cáritas, Delegación de Familia y Vida, así como otras instancias que se puedan ver implicadas en los casos que se atienden (como pueden ser servicios jurídicos, médicos, etc.). Animó a seguir trabajando por la Familia.

Por parte de Sevilla, acudió una nutrida representación de sus Centros diocesanos de Orientación Familiar, encabezada por los Delegados de Familia y Vida, Rafael Muñoz y Mª Carmen Rodríguez. 

 

 

 

 

Colaboradores de los COFs de Andalucía, junto a Monseñor Mazuelos