Archidiócesis de Sevilla

Todo es asombroso en el  Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla. La parte central de la viga (lugar alto donde se colocan las imágenes), presenta un conjunto parecido a un iconostasis en las iglesias de rito oriental: en el centro una Piedad, y a ambos lados once apóstoles y San Pablo.

Esta parte del retablo estaba primitivamente colocada en el sitio en que hoy está la reja central, y fue más tarde retranqueada hasta el sitio que ocupa actualmente. Esta es la razón por la que las tablas pintadas por Alejo Fernández (de las que parte actualmente se encuentran en la Sacristía de los Cálices), fueron pintadas para ser colocadas en la parte trasera de estas imágenes.

Estas imágenes fueron realizadas por los hermanos Jorge y Alejo Fernández, escultor y pintor, y por sus colaboradores. Es la parte más antigua del retablo, y puede fecharse a los comienzos del siglo XVI. Estos dos artistas, de ascendencia nórdica, se asentaron en Sevilla, donde realizaron sus fantásticas obras de pintura y escultura.

La viga del retablo está presidida por una imagen de la quinta Angustia, de una factura extraordinaria: hay gestos todavía góticos en este conjunto, en que la Virgen tiene a sus pies la imagen de su Hijo muerto. Es un portento de naturalismo, unido a una expresión inefable de espiritualidad. Es una de las partes más impresionantes de toda la imaginería del retablo.

Las imágenes de los once apóstoles y de San Pablo son también un portento de realismo y diversidad de actitudes y expresiones. Fueron hechas todas estas esculturas para ser vistas desde muy lejos, y sin embargo están realizadas con una perfección increíble: en ellas se buscaba la gloria de Dios, para cuyo culto eran realizadas.

Esta parte del Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla es una de las más interesantes, dentro de este conjunto de belleza extraordinaria que presenta toda la magnitud del retablo.

Después de la reciente limpieza y restauración del Retablo Mayor, ha vuelto a brillar en todo su esplendor el que es el mayor retablo de toda la cristiandad.