¿ Qué sabes de Juan XXIII?

Queridos amigos, la noticia eclesial más comentada en estos días es la próxima canonización de los beatos Juan Pablo II y Juan XXIII. Hablar de Juan Pablo II es fácil, su pontificado fue largo y ha sido el Papa con el que hemos “convivido” la mayoría de nosotros, pero qué sabemos de Juan XXIII, he de confesaros que para mí fue un descubrimiento acercarme a Juan XIII y no sólo por sus encíclicas , estudiadas y reflexionadas en mi tiempo de formación, mi conocimiento de Juan XXIII viene de la lectura de su diario espiritual, bajo el título “diario de un alma”, desde esos escritos pude conocer aspectos de una magnitud espiritual y humana impresionante, os animo a leerlo.
 
Permitidme que en mi reflexión de esta semana os presente a este beato bueno, al que llamaban el Papa bueno, incluso el Papa de la paz y que en la próxima primavera será un Santo que cuide de la iglesia.
 
 
Roncalli nació en 1881 en Sotto il Monte, Bérgamo, en el norte de Italia, en el seno de una familia numerosa, campesina y profundamente católica, y le fue concedida una beca para estudiar Teología.
 
 
Tras ocupar la delegación apostólica de Bulgaria, Turquía y Grecia, fue nuncio en París durante ocho años. En enero de 1953 Roncalli fue nombrado Cardenal y Patriarca de Venecia, diócesis pequeña pero importante.
 
 
El 28 de octubre de 1958, con 77 años de edad, fue elegido para suceder a Pío XII y durante su pontificado modernizó la vida en la corte vaticana, flexibilizando el protocolo y facilitando el contacto del papa con la realidad cotidiana.
 
 
Rejuveneció el Colegio Cardenalicio, en el que incluyó a representantes de zonas del mundo tradicionalmente ausentes e intensificó las relaciones diplomáticas del Papado con los líderes políticos mundiales, incluyendo a los soviéticos, por lo que contribuyó a reducir la tensión entre comunistas y cristianos.
 
 
Estableció relaciones amistosas con las iglesias protestantes y ortodoxas, por lo que institucionalizó en el Vaticano una Comisión para la Unidad Cristiana. Y eliminó de la liturgia las viejas alusiones contrarias a los judíos.
 
 
Publicó ocho encíclicas, entre ellas "Pacem in Terris" (1963), la primera en la historia dirigida a "todos los hombres de buena voluntad", y no sólo a los creyentes.
 
 
Dos meses después del inicio de su pontificado convocó a todos los obispos del mundo a la celebración del Concilio Vaticano II, con el objetivo de promover la adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos y el acercamiento a las restantes religiones cristianas.
 
 
 En esta ocasión el Concilio no sirvió para refutar errores, sino para examinar en profundidad la religión católica para ofrecérsela al mundo del siglo XX en un lenguaje comprensible. Creo que no somos conscientes de lo que el Concilio Vaticano II supuso para la Iglesia, sin duda fue un nuevo Pentecostés.
 
 
El 3 de junio de 1963, poco después de iniciarse el Concilio, Juan XXIII moría tras una larga enfermedad.
 
El recuerdo que dejó en la gente tras su muerte fue unánime: sencillez, alegría, , paz, unidad, cercanía, amor y fe.
 
 
Os dejo un escrito suyo que ha hecho mucho bien, se trata de su decálogo de la serenidad, releedlo, a mí al menos me viene bien reflexionarlo de vez en cuando:
 
 
– Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
 
– Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.
 
– Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no solo en el otro mundo, sino en este también.
 
– Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
 
– Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
 
– Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
 
– Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer, y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
 
– Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
 
– Sólo por hoy creeré firmemente (aunque las circunstancias demuestren lo contrario) que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
 
– Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
 
 
En fin, este es el beato Juan XIII,  no tengáis miedo. Un abrazo.
 
 
Adrián Sanabria.

Esta entrada no tiene comentarios

dejar un comentario

Article   0 comentarios

Deja tu comentario:

<

Article   0 Comments

CARTA DOMINICAL

Día de la Madre (05-05-2024)

03 mayo 2024

Calendario de Eventos

« mayo 2024 » loading...
L M X J V S D
29
30
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
1
2
Ver más

Síguenos

TeamViewer para soporte remoto Archidiócesis

Intención de oración. 2024