Archidiócesis de Sevilla

Recientemente ha salido a la luz el libro “Iglesia de Santa María de la Estrella de Coria del Río. Orígenes y evolución histórica del edificio”, obra del arquitecto coriano Ricardo Ronquillo Pérez que repasa la evolución arquitectónica de esta Parroquia.

El autor lleva cuarenta años dirigiendo obras en dicha Iglesia, lo cual le ha llevado a tener un amplio conocimiento de la misma que ha volcado en este libro que ha sido editado por la propia Parroquia, a la cual hemos de felicitar por esta importante iniciativa de difusión de su patrimonio. Es de destacar la abundancia de planos y fotografías que ayudan a exponer de manera didáctica y divulgativa el tema a desarrollar.

Comienza el estudio con una especie de introducción sobre la Ermita de San Juan Bautista, para pasar después a adentrarse en los orígenes de la Parroquia, la cual se sitúa en una zona en la que se han encontrado restos de construcciones romanas, en la que más tarde, en época visigoda, se pudo levantar una iglesia, sobre la cual posteriormente se construye una mezquita musulmana de la que hoy se conservan el alminar y tres muros adyacentes formando parte de la actual iglesia.

El autor defiende que la iglesia parroquial se construyó a principios del siglo XIV, basándose en un concienzudo estudio del ábside, en el que se destaca la sencillez del arco toral, la decoración de las claves de la bóveda o el nervio de espinazo, así como en las analogías con otras iglesias coetáneas, e incluso en la influencia que en la fundación de la iglesia pudo tener el milagro redactado en la Cantiga CCCXXIII de Alfonso X el Sabio en la que se cuenta cómo Santa María resucitó a un niño en Coria.

Un estudio de este tipo nos muestra un edificio como un organismo vivo que sufre diferentes vicisitudes y que nunca es ajeno a la propia historia del pueblo donde se halla. Así, el libro nos presenta su destrucción en el año 1598, motivada por la explosión de un polvorín destinado a abastecer de pólvora a los barcos de la Armada con destino al Nuevo Mundo, que provocó un gran incendio que destruyó la cubierta y uno de los muros, su reconstrucción, así como otras obras motivadas por el terremoto de Lisboa de 1755, en las que se aprovecha para ampliar la iglesia, o la construcción de capillas en el siglo XVIII, la evolución del presbiterio, la remodelación de la torre, el saqueo en el año 1931, las obras de restauración del siglo XX, etc.

Mención especial merece la propuesta de reordenación urbanística del entorno de la iglesia, que busca liberar el edificio de las construcciones anexas para dejarla exenta y permitir la visión de elementos singulares como el ábside o la capilla del Rosario.

En definitiva, una obra imprescindible para conocer, y así poder amar, esta histórica iglesia, testigo de la fe de este pueblo.

Antonio Rodríguez Babío

Delegado diocesano de Patrimonio