Archidiócesis de Sevilla

 

Este cuadro del Arzobispado de Sevilla ha seguido un historial muy significativo: nadie se creyó en 1930, cuando el Prof. Diego Angulo atribuyó esta pintura a Alejo Fernández (1475-1545), que era obra de este artista. Tal era el estado deteriorado en que se encontraba.  Más tarde, en 1979, al escribir el catálogo de las pinturas del Arzobispado los Profesores J.M. Serrara y Valdivieso, no pudieron dar una opinión muy detallada, por estar la obra en un lugar poco asequible  y por su estado de deterioro.  Hasta que el año 2000 la restauradora Carmen Álvarez realizó una restauración a fondo, y encontró la firma de Alejo Fernández, que había previsto el Prof. Angulo. En la actualidad la pintura se encuentra sobre lienzo, pero sin duda estaría anteriormente en una tela pegada a una tabla.

 

 

La Virgen aparece en un gran trono, cubierto de dosel, con el Niño en su regazo. A los lados hay dos ángeles en actitud adorante, y un donante de rodillas delante del trono.

 

 

La belleza de los paños en la figura de la Virgen, y otros detalles del conjunto, sitúan a esta obra hacia 1530, fecha en la que Alejo Fernández pintó La Virgen de la rosa, de la Parroquia de Santa Ana, de Sevilla. La Virgen contempla concentrada y melancólica a su hijo, con serena actitud, semblante dulce y mirada recogida (Prof. Diego Angulo).

 

 

No cabe duda que, entre la abundante pinacoteca del Arzobispado de Sevilla, está obra es una de las bellas y significativas.

 

Fernando Gª Gutiérrez, S.J

Delegado Diocesano del Patrimonio Artístico