Archidiócesis de Sevilla

Este Nazareno ha sido venerado hasta hace pocos años como Jesús Cansado. En 1977 se fundó en Écija una Hermandad que reunió a un grupo grande de jóvenes. Pensaron entonces que sería bueno recoger en su Hermandad una antigua leyenda, que unía un cuadro de un Nazareno, que existía en una pared de la Iglesia de Santa Bárbara, donde iba a radicar esta nueva Hermandad. Cuenta esta leyenda que un mendigo se acercó a ese cuadro y pidió al Nazareno que le diera una limosna. La imagen del Señor se quitó el cíngulo dorado que llevaba, y se lo dio. Desde entonces, esta imagen sigue pintada sin cíngulo ninguno que ciñera su túnica a la cintura. Esto encajaba muy bien con el espíritu de sencillez que querían los fundadores que tuviera siempre esta Hermandad. Se adquirió como titular de la nueva Hermandad a una imagen de Jesús Nazareno, que existía ya en aquella iglesia.

Nuestro Padre Jesús sin Soga (que así se llamó desde el principio) es una talla atribuida al escultor José Montes de Oca (1675-1754), que, según el Profesor José Hernández Díaz, la realizó en 1733. De un gran realismo, sigue las características de las mejores obras de Montañés y Juan de Mesa. El Profesor Juan Miguel González lo describe de esta manera: Su rostro de afiladas facciones, queda enmarcado por dos mechones laterales. Es obvio que el modelo iconográfico, el virtuosismo técnico y el logrado dramatismo de la efigie reviven, sin más, el  gusto montañesino. No obstante, el marcado contrapposto, la corpulencia anatómica y el concepto del dolor responden al sentimiento mesino. En cualquier caso, es una imagen que encaja perfectamente dentro de la gran escuela sevillana de escultura del siglo XVIII.

Entre las obras del escultor sevillano Montes de Oca destacan las imágenes del retablo mayor de la iglesia de San Lorenzo de Cádiz (1729) y, sobre todo, la Piedad, realizada entre 1725 y 1730 para la Hermandad de los Servitas de Sevilla.

Fernando Gª Gutiérrez, S.J.

Delegado Diocesano el Patrimonio Artístico