DOS ESCENAS DEL BAUTISMO DEL SEÑOR EN LA CATEDRAL
Hay en la Catedral de Sevilla dos escenas del Bautismo del Señor de épocas distantes: la de la Puerta del Bautismo y la de la Capilla de San Antonio.
La Portada del Bautismo, que junto con la del Nacimiento es la más antigua de la Catedral, fue construida por Carlín en 1450. La decoración escultórica fue realizada por Lorenzo Mercadante de Bretaña (activo entre 1454 y 1467). Fue un escultor francés que vino a Sevilla en donde dejó obras importantes de escultura.
Es uno de los introductores de las formas flamencas y de Borgoña en la escultura gótica, junto con Pedro Millán (activo entre 1487 y 1507), que fue el que introdujo la técnica del barro cocido en la escultura sevillana. Entre 1464 y 1467 realizó las portadas de la Catedral de Sevilla.
En ésta del Bautismo del Señor aparecen tres figuras separadas bajo doseletes, sin el sentido de composición que puede verse en la escena de la portada del Nacimiento.
La otra escena del Bautismo del Señor es la pintada por Bartolomé Esteban Murillo (1617- 1682) para la parte alta del retablo de la capilla de San Antonio.
La realizó en 1668: esta obra es de excepcional calidad y está ejecutada con una soltura en la aplicación del pincel pocas veces superada en la producción de Murillo (E. Valdivieso). Quizás por encontrarse en la parte alta del gran cuadro de la Visión de San Antonio, no se aprecie en todo su valor.
La fuerza expresiva de las figuras es extraordinaria: la actitud humilde del Señor, contrasta con el gesto de pasmo del Bautista.
La composición, con las dos figuras en el primer plano y el fondo de paisaje, es de una gran originalidad. Este cuadro debió realizarlo Murillo a la vez que las pinturas que le pidieron para la Sala Capitular de la catedral de Sevilla.
Fernando Gª Gutiérrez, S.J.
Delegado Diocesano del Patrimonio Artístico
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