Uno de los elementos que hemos incorporado a nuestra vida, fruto de la extraña situación que vivimos por la pandemia, es la mascarilla. Aparte del calor, incomodidad e incluso alergia en algunos casos, que provoca la mascarilla, hay que añadir otro efecto: y es que la mascarilla oculta nuestra boca. Y no es ésta cuestión baladí: la boca es quizás una de las partes más expresivas de nuestro cuerpo. Pero esto nos puede llevar a algo bueno; como con tantas otras cosas que estamos aprendiendo por causa de la pandemia, nos obliga a reinventarnos y a descubrir otros detalles. Así nos lo dice hoy Sión, en el Reto que envían cada día las Dominicas de Lerma: “Creo que esta situación nos va a enseñar a estar mucho más pendientes de pequeños detalles, que ahora se van a volver muy importantes. El Señor nos invita a volvernos más sensibles para expresar y para percibir lo que los demás nos transmiten.” Te invitamos a leer y practicar el Reto de hoy.