El confinamiento afecta de una manera especial a las familias de padres separados y con hijos en régimen de custodia compartida. A los efectos de la situación de excepcionalidad que estamos viviendo, que pueden hacer mella en cualquier familia, se une en estos casos una serie de aspectos que pueden hacer todo aún más complicado. Los Centros de Orientación Familiar diocesanos de Sevilla siguen atendiendo también en estos casos, como nos lo explican Teresa Mira y L. Miguel Onieva, matrimonio experto en temas jurídicos, colaboradores del COF Aljarafe.

 

“El estado de alarma provocado por la pandemia del coronavirus ha determinado el confinamiento en nuestras casas. Y este encierro lleva consigo en no pocos casos, desgraciadamente,  situaciones conflictivas en el seno de las familias confinadas. Conflictos de muy diversa índole, y principalmente en aquellos casos en que los progenitores se encuentran en situación de crisis y su convivencia rota, con una resolución judicial firme que fija un régimen de guarda y custodia y de visitas con relación a los hijos, que por regla general es de imposible cumplimiento en esta situación excepcional y que, como excepcional, era imprevisible a la hora de fijar las medidas e, incluso, a la hora de legislar (no sabemos si esta situación determinará un vuelco en las legislaciones actuales, y será necesario prever la forma de proceder en caso de encontrarnos en similares situaciones; legislación que, casi con toda seguridad, será estudiada, votada y promulgada a nivel internacional, con el riesgo que ello comporta al dejar al margen a Dios, pero es harina de otro costal).

Continuando con el asunto que nos ocupa, cierto es que se trata de situaciones que generan incertidumbres y han roto la rutina de familias que tenían ya regladas esas relaciones paterno-filiales, y el hecho de, por ejemplo, no poder realizar visitas semanales o los fines de semana fijados en el régimen adoptado, precisamente debido a la prohibición expresa de la libre circulación de mayores y, sobre todo, de los menores, requiere en la mayoría de los casos un debido asesoramiento legal, para interpretar y adecuar las medidas adoptadas  a la normativa excepcional establecida.

Los Centros de Orientación Familiar Diocesanos tienen como siempre sus puertas abiertas (en este caso, sus teléfonos abiertos) a cualquier consulta que pueda servir de orientación a los padres, y aconsejar, tras un estudio y un fundamento normativo, la forma de proceder en estas situaciones, teniendo en cuenta, sobre todo, el interés que ha de primar en todas estas cuestiones, que obviamente es el de los hijos.

El COF hace un llamamiento a todas aquellas personas que se encuentren en esos momentos incapaces de resolver un conflicto familiar sobrevenido, ofreciendo la experiencia y formación de sus colaboradores.

El COF es uno de los brazos de nuestra Iglesia Diocesana que, como madre, recibe, acoge y aconseja, procurando dar esperanza y consuelo a las familias que en este momento crucial para la humanidad no encuentran por sí mismos soluciones a situaciones complejas. Y siempre a la luz de nuestra fe, de la mano de la Virgen María, Reina de la Paz y Madre de la Iglesia”.

Teresa Mira y L. Miguel Onieva