Archidiócesis de Sevilla

De origen portugués, el artista Cayetano de Acosta (1710-1780) fue un escultor y arquitecto de retablos, instalado desde muy joven en Sevilla. Sus grandiosos retablos fueron realizados bajo el influjo de Pedro Duque Cornejo (1678- 1757). Es el último gran escultor de la Escuela Barroca Sevillana.

En 1761 quedó destruida casi por completo la iglesia del monasterio de RR. Capuchinas, y el Cardenal Solís Folch comenzó inmediatamente su reconstrucción, y pudo ser reinaugurada la iglesia de Santa Rosalía a final de 1762. Los nuevos retablos fueron realizados por Cayetano de Acosta entre 1761 y 1763. El retablo mayor es un portento de suntuosidad barroca: tiene en el centro una gran imagen de la Inmaculada, y a sus lados otras de Santa Clara y San Antonio de Padua; en el ático tiene una imagen de Santa Rosalía. En los lados del crucero hay otros dos grandes retablos, dedicados a San Francisco Javier y Santa Teresa de Jesús, con otras imágenes a sus lados, todo obra del mismo Cayetano de Acosta, con idéntico signo de suntuosidad barroca.

Pero la obra más grandiosa de este artista en Sevilla es el retablo mayor de la iglesia del Divino Salvador. Lo realizó entre 1770 y 1778. Las rocallas se mezclan con toda clase de elementos decorativos del último barroco sevillano, siendo este retablo una obra singularísima de esta escuela del XVIII. La escena central, de grandes dimensiones representa la Transfiguración del Señor, con una espectacular composición y expresión en las imágenes. Sobre las columnas, recargadas de decoración, están las figuras de seis arcángeles. En el ático está la figura del Padre Eterno, hacia el que confluyen todas las líneas ascensionales del retablo, que tiene todo él un sentido marcado de elevación hacia ese punto. Este es el último gran retablo del barroco en España.

La portada- retablo de entrada a la capilla Sacramental del Salvador es también obra de Cayetano de Acosta. La imagen de la Fama, de la fachada central de la Universidad de Sevilla, fue igualmente hecha por él.

Fernando Gª Gutiérrez, S.J.

Delegado diocesano del Patrimonio Cultural