CÁRITAS DE SEVILLA DENUNCIA LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS SIN HOGAR
En esta comparecencia ante los medios, los responsables de Cáritas han expuesto los recursos que esta institución eclesial pone en liza para combatir esta problemática social. Además, han llamado la atención sobre el hecho de que la situación continuada de grave crisis económica conlleve “que los más débiles, los que siempre están en crisis, sean aún los más olvidados de las acciones que lleve a cabo la administración y la sociedad en general”.
Cáritas Diocesana de Sevilla pone a disposición de las personas sin hogar fundamentalmente tres recursos: Proyecto ‘Levántate y Anda’, perteneciente a la Cáritas Parroquial de San Vicente, es un proyecto de voluntarios, de acompañamiento a las personas que viven en la calle, con objeto de establecer vínculos y acercarlas a los recursos sociales; ‘Itinerario de Inclusión’, proyecto que trabaja la recuperación y desarrollo de habilidades y capacidades para que la persona alcance el mayor grado de autonomía posible. Esto se realiza a través de distintos recursos (Centro Amigo, Proyecto Nazaret, Proyecto Vínculo, Talleres y Centro Integral de Empleo “Jesús del gran Poder” ) con acompañamiento de técnicos y voluntarios; y el Centro Amigo, proyecto Vínculo y proyecto Nazaret, recursos destinados de forma específica a personas en situación de vulnerabilidad y exclusión.
Proyecto ‘Levántate y anda’
El proyecto ‘Levántate y anda’ durante el año 2012 ha atendido diariamente en la calle una media de 15 personas por día, con un total de 5.105 actuaciones acumuladas a lo largo del año. La zona de atención es la correspondiente a la feligresía de la parroquia de San Vicente. De éstas personas el 87% son hombres, frente a un 13% de mujeres. Las situaciones que presentan coinciden de manera general con las que se expondrán del resto de los recursos, excepto en la procedencia, donde aumenta la presencia de personas inmigrantes, situándose en un 62%.
A través de los recursos del Itinerario de Inclusión, específicos para atención a personas en situación de sin hogar, durante el año 2012, hemos atendido un total de 142 personas, con todas estas personas se ha llevado a cabo un proceso de acompañamiento orientado hacia la inclusión social
Situaciones que presentan las personas atendidas
El informe de Cáritas Diocesana de Sevilla arroja una serie de datos que ilustran esta situación: la edad media se sitúa en los 42 años y, en cuanto a la procedencia, un 62% de las personas es de nacionalidad española, frente a un 38% de extranjeros. En cuanto a la salud, estas personas suelen presentar infección por VIH o TBC, se han registrado trastornos de salud mental, estados de desnutrición grave o trastornos derivados del consumo de sustancias tóxicas. Estas personas están cumpliendo todos los tratamientos necesarios en los proyectos.
En cuánto a la situación social, el 97% de las personas se encuentran sin vivienda o con infravivienda; el 95% no tienen relaciones familiares y carecen de apoyo socio-familiar que les puedan ayudar a salir de la situación en la que se encuentran; el 65% presenta una situación de exclusión que se ha mantenido a lo largo de los años y ha provocado una ruptura o inexistencia de habilidades y redes que promuevan unos niveles mínimos de calidad de vida. El 35% restante se corresponde con personas que se encuentran sin hogar por otras causas, como ocurre con algunas personas inmigrantes, en situación de vulnerabilidad. Por otro lado, el 20% de las personas se encuentran en situación de dependencia, y el 97% carece de el más mínimo recurso económico.
1.121.946,3 euros destinados a estos proyectos en 2012
En 2012, Cáritas Diocesana de Sevilla dedicó a la atención de personas sin hogar 1.121.946,3 euros, procedentes de recursos propios y de las distintas administraciones públicas. En cuanto a los recursos humanos, Cáritas de Sevilla cuenta para la atención a personas sin hogar con 28 profesionales y 110 voluntarios, de los cuáles 50, pertenecen al proyecto ‘Levántate y Anda’. Además, ese año Cáritas Diocesana atendió, a través de su red de Cáritas parroquiales, a 63.457 personas en distintas situaciones de pobreza y/o vulnerabilidad. De ellas un 72,6% corresponde a familias españolas y un 27,4% a familias inmigrantes.
Algunas Aportaciones
Cáritas recuerda que “las herramientas del derecho de protección social han de ser reales y sostenidas en el tiempo”. En este sentido, y en relación a los recursos, afirma que son necesarios recursos que atiendan a personas sin hogar a su salida del hospital y que requieran convalecencia -“El alta hospitalaria, sigue siendo una mala noticia”, señalan-; recursos que contemplen el grado de dependencia que empiezan a presentar las personas sin hogar; una atención profesional y de residencia adecuada, para personas sin hogar con problemas de salud mental; mayor número de plazas en recursos de alojamiento de baja exigencia, que permitan la estancia suficiente para que la persona inicie procesos reinclusión; unidades de trabajo social hospitalarias, con disponibilidad horaria de 24 horas; mayor coordinación entre los recursos que atienden a personas sin hogar para que puedan contar con plazas de residencia, mientras estén llevando a cabo un proceso en otros centros; recursos que atiendan a los inmigrantes que tenían trabajo y que con la crisis económica lo han perdido quedando en vulnerabilidad; recursos y medios para atender a los jóvenes que han vivido bajo la tutela de la Junta y que al cumplir los 18 años se ven abocados a buscarse un medio de vida al no disponen en la mayoría de los casos de redes familiares de apoyo, con lo cual pueden pasar de la vulnerabilidad a la exclusión social si no reciben la ayuda adecuada; aumento de plazas en recursos de atención a personas con adicciones para que las personas sin hogar no tengan que esperar 3 ó 4 meses para poder ingresar en dichos recursos; articular y desarrollar iniciativas de acompañamiento socio-laboral de empleo de tránsito para los colectivos con menor grado de empleabilidad; y, finalmente, desarrollar una formación profesional adaptada y accesible a las personas más vulnerables, en colaboración con las empresas, el sector público, los agentes sociales y las organizaciones del Tercer Sector.
