Archidiócesis de Sevilla

Mons. Juan José Asenjo, que se encontraba en la capital italiana al frente de medio centenar de sevillanos que han querido vivir este momento histórico cerca del Santo Padre, ha explicado que ´´esto no es el final de un pontificado al uso, que normalmente coincidía con la defunción del Papa. Es una despedida con el Papa todavía vivo, pero no deja de ser enternecedor y a mí me ha dado una profunda pena´´. Mons. Asenjo ha recordado que trató a Benedicto XVI varias veces, ´´siendo él cardenal y yo secretario de la Conferencias Episcopal, lo he saludado varias veces estos años y no olvido que él fue el que me nombró arzobispo de Sevilla´´. ´´Le tengo muchísimo cariño, muchísimo afecto y muchísima gratitud´´, añadió.

 

"El Papa nos ha abierto el corazón"

 

Preguntado por las palabras del Papa en este acto, el prelado sevillano ha reconocido haberlo vivido "con muchísima emoción. Me ha impresionado mucho –añadió- la sencillez, la frescura del discurso del Papa, que nos ha abierto el corazón. Nos ha dicho cómo vivió él su elección y nos ha contado también cómo vivió estos meses en los que estuvo pensando ante su conciencia y delante de Dios en la renuncia". Mons. Asenjo subrayó cómo el Papa "nos ha declarado que nunca se ha sentido ni imprescindible ni protagonista, porque el único protagonista de la acción pastoral de la vida de la Iglesia es el Señor".

 

Sobre la nueva etapa en la vida de Benedicto XVI, el arzobispo ha destacado que la vida escondida con Cristo en Dios, dedicada a la oración, es una forma preciosa de servir a la Iglesia. En este sentido, mons. Asenjo ha comentado que a veces creemos que a través del activismo desaforado, a través de nuestros programas y nuestras acciones, estamos construyendo el reino de Dios. Y qué duda cabe que hace falta, no nos podemos quedar tumbados en la cuneta, pero ante todo y sobre todo, necesitamos que la gracia de Dios fecunde nuestros proyectos, nuestros anhelos y nuestras acciones. Y eso el Papa lo ha dejado hoy meridianamente claro.