La Macarena desarrolla un proyecto pionero para ensalzar su patrimonio inmaterial
Diez son las figuras que reconoce la Hermandad de la Macarena como patrimonio inmaterial de la corporación. Se trata de personajes que recogen el conjunto de prácticas, expresiones, saberes, técnicas, valores afectivos y simbólicos en torno a la devoción de la Virgen de la Esperanza y su hermandad producidos a lo largo del tiempo y que han sido presentados por la corporación de San Gil en un libro bajo el título ‘Las diez figuras Patrimonio Inmaterial Macareno’, fruto de la investigación de Bosco Gallardo.
“Su trabajo –explican fuentes de la hermandad- se ha desarrollado bajo requisitos rigurosos y objetivos, entre ellos uno crucial: que las personas propuestas a ser declaradas Patrimonio Inmaterial Macareno (PIM) se adscribieran al menos a uno de los ámbitos del patrimonio inmaterial establecidos por la UNESCO”.
Una tarea que, en palabras de Gallardo, “resultaba acuciante ya que el barrio de la Macarena -donde nació en noviembre de 1595 la hermandad y del que no se ha movido en estos más de cuatro siglos de historia- se estandariza a velocidad de vértigo y pierde gran parte de sus señas de identidad y sus modos de vida, que tan solo permanecen vivos y reconocibles en torno a la hermandad”.
Por este motivo, “se determinó estudiar las trayectorias populares tan significativas para la corporación, hallar sus claves y ponerlas en valor institucionalmente, para tejer así el mapa de valores de su identidad. Es un ejercicio que ayuda a conocernos y que es imprescindible para seguir avanzando sin secar las fuentes de las que procede la hermandad”.
Estas figuras son: Juan Manuel Rodríguez Ojeda; José Gómez Ortega, Joselito El Gallo; Juanita Reina, Pepe Garduño, Marta “la saetera”, Pepe Hidalgo, Miguel Loreto, Luis León, Ramitos y Abelardo Barranco.
Por su parte, el Hermano Mayor, José Antonio Fernández Cabrero, ha mostrado la satisfacción de la hermandad por este hito, “uno de los compromisos de nuestro 425 aniversario fundacional, que evidencia el esfuerzo de la corporación por mantener el programa y sus fines esenciales a pesar de la pandemia”. No en vano, actualmente no existe ningún trabajo similar en el ámbito de las hermandades y cofradías de Andalucía y España.
Finalmente, Fernández Cabrero ha concluido insistiendo en que la Macarena no sólo se preocupa por su patrimonio inmaterial, sino también el material: “Nuestra hermandad ha cuidado, y sigue haciéndolo, su patrimonio material, comprometiéndose durante la pandemia a mantener los contratos con los artesanos y los talleres sacros de Sevilla como contribución al sostenimiento de este sector tan dañado. No entendemos cuidar el patrimonio material y artístico sin cuidar a quienes los crean y restauran”.
