JUAN MANUEL GRANADOS Y Mª DOLORES SÁNCHEZ-CAMPA
El matrimonio formado por Juan Manuel Granados y María Dolores Sánchez-Campa dirige desde enero de 2005 la Delegación de Pastoral Familiar en la Archidiócesis de Sevilla. En estos años se ha dado un importante impulso a esta área, uno de los ejes de la programación pastoral. Los Centros de orientación Familiar son quizás los exponentes más llamativos del trabajo que se lleva a cabo desde esta Delegación. Pero su actividad va más allá.
¿Qué cometido tiene la Pastoral Familiar en la Archidiócesis de Sevilla?
JMG.- Cuando hablamos de la Pastoral de Familia y Vida de nuestra Archidiócesis, hacemos referencia a la evangelización que hace la Iglesia a través del obispo para la familia, considerándola como sujeto y objeto, en todas las etapas de la vida. La Pastoral Familiar comprende desde el nacimiento hasta la muerte; el nacimiento, el noviazgo, la educación de los hijos…. Todas las etapas de la familia.
Familias, Parroquias y Pastoral Familiar ¿Cómo lo coordinan?
MDS.- Ofertamos unas actividades a toda la diócesis conjuntamente con las parroquias. Desde esta pastoral formamos a personas, que llamamos ‘agentes’, para que puedan colaborar con la Pastoral Familiar en las distintas parroquias. En la actualidad, contamos con un equipo de 16 matrimonios que pertenecen a distintos movimientos de la iglesia.
JMG.- Ellos cuentan con una preparación previa, y además reciben una formación específica sobre el Directorio de la Pastoral Familiar. Estamos avanzando en esta línea de trabajo para que poco a poco haya presencia en todas las parroquias y vicarías.
¿Existe una preocupación real en las familias por formarse?
JMG.- Si, hemos notado una evolución de los últimos cinco años. En un principio se ofrecía esta formación desde la Delegación, y ahora nos la demandan cada día más. Debo decir que los sacerdotes también van tomando conciencia del bien que está haciendo la Pastoral Familiar en sus parroquias. Además, cada vez hay más conciencia de lo necesario que es la prevención en la educación; hay situaciones familiares que llevan a la ruptura y la mejor forma de prevenir es una buena preparación.
¿Y en los colegios?
MDS.- También. Desde colegios y parroquias nos demandan el Programa TeenStar para la educación afectivo-sexual de los jóvenes. Es importante formar a los adolescentes, y por eso creamos un curso específico de formadores en esta materia.
¿Qué es el Proyecto Raquel?
MDS.- Hemos sabido que algunas personas sufrían por el trauma del aborto, incluso no se sentían perdonadas ni cuando iban a la confesión. Y en este tema hace tres años conocimos el Proyecto Raquel, que se estaba abriendo camino en España. Los ‘consejeros’ de este proyecto se están capacitando para atender a las personas que requieren este acompañamiento. Ya se están atendiendo en los Centros de Orientación Familiar (COF) a algunas personas con su trauma post aborto y estamos a la espera de contar con una línea telefónica permanente que será atendida por una red de consejeros y sacerdotes.
Háblenos de los Centros de Orientación Familiar, ¿cuántos se han creado?
JMG.- Los COF son un servicio muy concreto de cercanía para cualquier familia que pueda tener un problema. Su función no es solamente asistencial, es también preventiva y formativa. Al frente de un COF hay cuatro matrimonios y un director espiritual, además de la persona que hace la acogida. Estas personas han realizado previamente el Master en Pastoral Familiar y reciben una formación continuada en la propia Delegación. Si vemos que un usuario del COF precisa una atención especializada, lo derivamos al equipo multidisciplinar de apoyo, que está compuesto, entre otros, por ginecólogos o psicólogos.
¿Cuántos centros se han creado en la Archidiócesis?
JMG.- En la actualidad contamos con cuatro centros: Dos Hermanas, Tomares, Osuna y el barrio de Triana. En ellos han sido atendidas unas trescientas familias, y el deseo del arzobispo es que haya uno en cada vicaría (hay seis vicarías).
MDS.- Pero no todos lo COF tienen la misma demanda. En Dos Hermanas nos piden mucha formación en temas relacionados con conflictos matrimoniales; en Sevilla se reclama más ayuda relacionada con la educación de los hijos, métodos naturales de fertilidad y la paternidad responsable.
¿Qué le diríais a un matrimonio que necesita asesoramiento y no se atreve a contactar con el COF?
MDS.- Salvar la familia merece la pena, y cuanto antes mejor. Un COF no es un gabinete técnico, las personas que lo necesiten van a ser atendidas por una familia, con un calor humano. Muchas familias necesitan matrimonios que les acompañen, matrimonios que les digan que merece la pena. La propia familia tiene la solución a sus problemas, se madura con la pruebas, con las dificultades. Para las personas que llegan a un COF, queremos ser el buen samaritano.
