Author image

Crear valor en lo económico

 

Comentábamos hace unas semanas que las hermandades son organizaciones de personas que se unen para conseguir unos fines, unos objetivos, que no podrían conseguir individualmente. Todas las organizaciones de personas tienen algo en común: la necesidad de crear valor. En  lo económico, en las actividades, en los procedimientos y, como colofón, en las personas, en los hermanos.

 

Lo de crear valor en lo económico puede sonar mal, referido a una hermandad; pero lo cierto es que cualquier organización -una empresa o un convento de clausura- ha de  conseguir los recursos necesarios para su continuidad en el tiempo (lo que ahora se conoce como sostenibilidad). Las hermandades también.

 

Otra cosa serán los medios para obtenerlos. La empresa mediante la venta de sus productos o servicios; el convento de clausura acogiéndose a las limosnas de sus benefactores; las hermandades mediante las cuotas de los hermanos, las actividades que organice, y lo donativos,  las ayudas o las subvenciones que pudieran recibir.

 

Los presupuestos de una hermandad igualan, o exceden, a los de muchas pequeñas y medianas empresas. Esto supone la exigencia de rigor y profesionalidad en la llevanza de la contabilidad y finanzas. Digo rigor y profesionalidad, no honradez, que se da por supuesta en cualquier caso. La contabilidad de una hermandad ha de ser homologable a la de cualquier organización, de cualquier ámbito. Esto implica que debería ajustarse a los criterios del Plan General de Contabilidad, de manera que sus cuentas  resulten lo suficientemente claras como para que  cualquier persona con formación contable básica las pueda entender;  útiles para la toma de decisiones; comparables en el tiempo a lo largo de los distintos ejercicios; relevantes en la identificación y presentación de los datos esenciales.

 

Esa contabilidad ha de servir además  de base para el cumplimiento de las obligaciones formales que afectan a la hermandad,  exigidas por las normas tributarias o canónicas. Intuyo que la recién aprobada Ley de Transparencia va a afectar, directa o indirectamente, a las hermandades, que van a tener que ajustar  sus criterios contables a normas mucho más rigurosas. Incluso la Ley de Prevención del  Blanqueo de Capitales, aunque suene excesivo, puede afectar a las hermandades (art. 39 de la Ley). Las comprobaciones de la AEAT a las hermandades sobre el grado de cumplimiento de sus obligaciones formales y sobre el IVA de sus compras  no son una hipótesis descabellada.

 

Queda claro que la prioridad de la hermandad, de cada hermandad, es el servicio a la Iglesia  mediante el culto público, el fomento de la Caridad y la formación y mejora de sus hermanos. Puede parecer entonces que tratar temas contables y fiscales es descender a terrenos impropios y chocantes; pero una hermandad necesita tener los cimientos bien sólidos y asentados para así poder dedicarse a perseguir sus fines con serenidad. El servicio a la Iglesia, y a los hermanos, pasa por una buena gestión de los temas administrativos y contables.  Quizá menos atractivos que los cultos o la organización de la cofradía,  pero indispensables.

 


  1. Manuel Isorna 00:00, Jun 15, 2016

    Mi agradecimiento al señor Arzobispo.
    Cuantos problemas se evitarían obligando a gestionar las hermandades en base a estos principios.

    Responder a este comentario
Article   1 comentario

Deja tu comentario:

<

Article   1 Comment

CARTA DOMINICAL

Día de los Trabajadores (28-04-24)

26 abril 2024

Calendario de Eventos

« abril 2024 » loading...
L M X J V S D
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
1
2
3
4
5
Ver más

Síguenos

TeamViewer para soporte remoto Archidiócesis

Intención de oración. Abril 2024