Author image

LECTURAS DEL 1, 2 Y 6 DE ENERO DE 2022

Santa María, Madre de Dios- 1 de enero

Primera lectura

 Invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré

Números 6. 22-27

El Señor habló a Moisés: «Di a Aarón y a sus hijos, esta es la fórmula con la que bendeciréis a los hijos de Israel: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre tu rostro y te conceda la paz”. Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré».

 Salmo responsorial 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R/.: 2a)

R/: Que Dios tenga piedad y nos bendiga.

– Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.
– Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia y gobiernas las naciones de la tierra.
– Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman todos los confines de la tierra.

Segunda Lectura

Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer

Gálatas 4, 4-7

Hermanos: Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción filial.
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡”Abba”, Padre!». Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

Evangelio

Evangelio según San Lucas 2, 16-21

Encontraron a María y a José y al niño. Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

II Domingo de Navidad- 2 de enero

Primera lectura

La sabiduría de Dios habitó en el pueblo escogido

Libro del Eclesiástico 24, 1‑2. 8‑12

La sabiduría hace su propia alabanza encuentra su honor en Dios y se gloría en medio de su pueblo.

En la asamblea del Altísimo abre su boca y se gloría ante el Poderoso.

“El Creador del universo me dio una orden, el que me había creado estableció mi morada

y me dijo: “Pon tu tienda en Jacob, y fija tu heredad en Israel”.

Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y nunca jamás dejaré de existir.

Ejercí mi ministerio en la Tienda santa delante de él, y así me establecí en Sión.

En la ciudad amada encontré descanso, y en Jerusalén reside mi poder.

Arraigué en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.”

 Salmo responsorial 147, 12-13. 14-15. 19-20

 R./ El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

  • Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sión.  Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.
  •  Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina. Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R.
  • Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así,ni les dio a conocer sus mandatos. R.

Segunda Lectura

Él nos ha destinado por medio de Jesucristo a ser sus hijos

Carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3‑6.  15‑18

Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.

Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.

Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos,  para alabanza de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.

Por eso, habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos,  no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones,  a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo,  e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

Evangelio

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros 

Evangelio según San Juan  1, 1‑18

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.

 Él estaba en el principio junto a Dios.

Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.

 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.

 Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:  este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.

No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.

 El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.

En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.

 Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.

 Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.

 Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.

 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

 Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».

 Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.

 Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.

 A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Comentario de Miguel Ángel Garzón

Después de la Natividad del Señor las lecturas nos sitúan ante la contemplación del misterio de Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne. El texto del Eclesiástico forma parte de un solemne himno a la sabiduría de Dios. Esta aparece personificada haciendo su propio elogio. Después de afirmarse su origen divino (“salió de la boca del Altísimo” 24,3), ella constata que su lugar está en medio del pueblo de Israel. Salió de su morada celeste para morar en Sión y echar raíces, alimentando al pueblo con sus frutos. Así, en la historia de este pueblo, Dios ha ido dándose a conocer y ha revelado su palabra (Sal 147).

Llegada la plenitud de los tiempos, la Palabra se hizo carne. Así lo canta tan bellamente el prólogo del evangelio de san Juan. Un precioso himno a la Palabra creadora que estaba junto a Dios desde el principio y que se encarnó para traer al mundo la luz verdadera y la vida de Dios (cf. Gn 1). Quienes la reciben desde la fe se convierten en hijos de Dios. Juan el bautista se hace testigo de este misterio de la encarnación de la Palabra. El Hijo Único del Padre trae todas las bendiciones divinas y la plenitud de la gracia, llevando al conocimiento y a la íntima comunión con Dios.

Por eso, en el corazón del creyente brota la alabanza, como expresa el himno de la carta a los Efesios. En Cristo, Dios nos ha elegido para recibir los bienes espirituales de la salvación y ser santos por el amor; en él hemos sido destinados a ser hijos. Sólo queda pedir esta sabiduría divina que nos adentra en este misterio de Amor y de Vida al que hemos sido llamados a participar en Cristo Jesús.

  1. ¿Qué frutos recibes de tu lectura orante de la Palabra de Dios?
  2. ¿Eres consciente de las bendiciones espirituales que Dios te concede por Jesucristo? ¿Cuáles?
  3. Sitúate ante un nacimiento y contémplalo teniendo presente el evangelio o releyéndolo delante de él.
Epifanía del Señor- 6 de enero

Primera Lectura

Lectura del libro de Isaías 60, 1-6

¡Levántate y resplandece, Jerusalén, porque llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, y su gloria se verá sobre ti.
Caminarán los pueblos a tu luz, los reyes al resplandor de tu aurora.

Levanta la vista en torno, mira: todos esos se han reunido, vienen hacia ti; llegan tus hijos desde lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, y estarás radiante; tu corazón se asombrará, se ensanchará, porque la opulencia del mar se vuelca sobre ti, y a ti llegan las riquezas de los pueblos.
Te cubrirá una multitud de camellos, dromedarios de Madián y de Efá.
Todos los de Saba llegan trayendo oro e incienso, y proclaman las alabanzas del Señor.

Salmo responsorial 

Sal 71, 1bc-2. 7-8. 10-11. 12-13

R. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra

  • Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R/.
  • En sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra. R/.
  • Los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones; póstrense ante él todos los reyes, y sírvanle todos los pueblos. R/.
  • Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 2-3a. 5-6

Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de vosotros, los gentiles.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo, y partícipes de la misma promesa en Jesucristo, por el Evangelio.

Evangelio

Evangelio según san Mateo 2, 1-12

Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:

«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenia que nacer el Mesías.Ellos le contestaron:
«En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe
que pastoreará a mi pueblo Israel”».
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
«Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.

 


CARTA DOMINICAL

Día de los Trabajadores (28-04-24)

26 abril 2024

Calendario de Eventos

« abril 2024 » loading...
L M X J V S D
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
1
2
3
4
5
Ver más

Síguenos

TeamViewer para soporte remoto Archidiócesis

Intención de oración. Abril 2024