La Archidiócesis hispalense celebra la canonización de Madre Nazaria Ignacia
La congregación de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia está de celebración porque el pasado 14 de octubre fue canonizada su fundadora, Madre Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús. Así, las religiosas presentes en la Archidiócesis a través de la comunidad que atiende la Casa diocesana de Espiritualidad ‘Betania’, han organizado un triduo preparatorio para la Misa de acción de gracias, que tendrá lugar en la Catedral de Sevilla, el próximo 24 de noviembre, a las siete de la tarde. A la Eucaristía, presidida por el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, están invitados “todos los fieles en general y, sobre todo, los devotos de Madre Nazaria”.
Previamente, se han previsto un Triduo preparatorio en distintos enclaves significativos la santa en nuestra Archidiócesis. Así, el miércoles, 21 de noviembre, se celebrará en el convento de las Madres Comendadoras, por ser el lugar donde santa Nazaria inició su formación durante su estancia en Sevilla. Al día siguiente, el convento de las Hermanas de Santa Ángela de la Cruz acogerá la segunda Eucaristía. Precisamente la que fuera canonizada el pasado mes de octubre quiso ingresar en este convento durante su juventud, pero “santa Ángela vio como ella podía hacer más para Dios y su Iglesia fundando una congregación propia”, explican las Misionera Cruzadas de la Iglesia. Por último, el viernes, tercer día de Triduo, se celebrará la Misa en la Parroquia de los Sagrados Corazones de San Juan de Aznalfarache, en cuyo cerro se erigió el monumento y donde profetizó que sus hermanas estarían allí, como así es desde el año 1963. Todos los cultos tendrán lugar a las siete de la tarde.
Sobre Santa Nazaria Ignacia
Nazaria Ignacia nació en Madrid el año 1889. A los nueve años hace su Primera Comunión en el colegio Sancto Spíritu de Sevilla. Según sus memorias, preparada con gran fervor, la noche anterior, estando en oración, “vio al Señor” con la cruz a cuestas que decía: “Nazaria, tú sígueme”; a lo que ella contestó: “Te seguiré, Señor, lo más cerca que pueda una humana criatura”. Así lo hizo durante toda su vida, primero ingresando en las Hermanitas de los Ancianos Desamparados a los 19 años, y más tarde, en 1925 fundando la congregación de Hermanas Misioneras Cruzadas Pontificia, erigida canónicamente en febrero de 1927.
La religiosa, cuya figura es especialmente relevante en Bolivia por la gran labor social y de empoderamiento que realizó allí, fue beatificada en 1992 por el papa Juan Pablo II y canonizada el 14 de octubre de este año por el papa Francisco.
