El Seminario Menor, casa de esperanza
Un año más la Pastoral Vocacional pone el foco durante el mes de abril en el Seminario Menor, una institución que sigue siendo necesaria y adecuada para acompañar las vocaciones tempranas.
Para dar a conocer la vida en esta casa se ha previsto la celebración de una Jornada de Puertas Abiertas el próximo día 22, a las seis y media de la tarde, en la explanada del monumento al Sagrado Corazón. Esta actividad irá acompañada de un Festival de la canción vocacional ‘Habla Señor’, en el que participarán numerosos coros parroquiales de toda la Archidiócesis.
Además, la Pastoral Vocacional ha lanzado una Campaña bajo el mismo nombre con la que invita a los colegios católicos a visitar del 18 al 22 de abril el Seminario Menor y mostrarle al alumnado esta opción en su discernimiento vocacional.
Dios también llama a los niños
Tras diez años, el Seminario Menor ha demostrado que es una casa de formación que busca cultivar las semillas de vocación al sacerdocio de quienes, siendo aún niños, se inclinan por el sacerdocio diocesano secular. Y lo hace ofreciendo una formación integral, acompañando su maduración en el crecimiento humano (cursando sus estudios en centros educativos externos, concretamente la Secundaria en el colegio Santa Teresa de Jesús y el Bachillerato en los salesianos de Triana), cristiano y específicamente vocacional. En palabras de Manuel Jiménez, director espiritual del Menor, “Dios sigue llamando a edades y circunstancias que nos pueden resultar llamativas, por eso esta institución se presenta como una respuesta a las necesidades de la Iglesia y del mundo”. No en vano, añade Carlos Rodríguez, vicerrector, “Dios no llama a los mejores, sino que capacita a los que llama” y el Seminario puede ser el lugar perfecto para ello.
Un tiempo ganado
Más de medio centenar de jóvenes han pasado por esta casa diocesana durante la última década. No todos ellos culminaron sus estudios en el Seminario Mayor, pero tampoco esa es la intención de los formadores. Según Andrés Ybarra, primer director espiritual del Menor, “el tiempo dedicado a Dios nunca es un tiempo perdido y aunque al final, por lo que sea, no resulte su vocación, lo que se van a llevar será siempre un regalo: una experiencia de Dios, de familia, una experiencia académica, conocerán a mucha gente, muchos sitios…”. Al respecto, Eduardo Vega, sacerdote que se formó en el Seminario Menor, recuerda que “fueron años muy importantes”, en los que pudo “conocer a Jesús y crecer en amistad con Él, y también fue un tiempo de descubrir y querer más a la Iglesia”.
Por todo ello, los cristianos debemos hablar de esta posible llamada de Dios a niños y adolescentes, presentando el Seminario Menor como una opción plausible para discernir esta inquietud. En esta línea, Manuel Jiménez anima a aquellos jóvenes que estén indecisos a “ser valientes y dar un paso adelante y a contracorriente, porque a pesar de que la sociedad nos venda lo contrario, Cristo ofrece un modo de vida que da una felicidad mayor que otras opciones”.
Si aun así siguen dudando o tienen miedo les invita a participar en el Grupo Samuel, una etapa previa en el que los adolescentes se incorporan al ritmo del Seminario algunos fines de semana y comparten con los seminaristas momentos de oración, Eucaristías, salidas, estudio, juegos y otras dinámicas especiales como convivencias y retiros. “No tengáis miedo. Venid y veréis, conoced el Seminario, conoced a quien vive aquí, dejaos llenar por el Señor, preguntaos qué quiere y decidle que sí”, concluye el vicerrector.
Más información en el correo electrónico menor@seminariodesevilla.com
