La Archidiócesis celebra la Jornada de la Sagrada Familia
El misterio de la Navidad sitúa a la Iglesia ante el portal de Belén, contemplando la Palabra hecha carne y animando a “abrir el corazón a Dios encarnado en la fragilidad y ternura de un niño”. Ésta es al menos la invitación que se hace desde la Delegación diocesana de Familia y Vida con motivo de la Jornada de la Sagrada Familia.
En la víspera de esta festividad, el 30 de diciembre, se ha previsto la celebración de la Eucaristía, presidida por el Obispo auxiliar de la Archidiócesis de Sevilla, monseñor Santiago Gómez, en la iglesia del Sagrario de la Catedral, a las ocho de la tarde.
El lema de este año es ‘La familia, hogar que acoge, acompaña y sana’ y bajo el mismo, la Pastoral Familiar pretende ayudar a comprender “cómo cada familia acoge la vida humana, la cuida y la acompaña desde su concepción”. En esta jornada también se recuerda a san José, que, en palabras del papa Francisco, “cuidó y defendió a María y Jesús con su trabajo y su presencia generosa, y los liberó de la violencia de los injustos llevándolos a Egipto”.
Por su parte, la Subcomisión para la Familia y defensa de la vida, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, ha preparado diversos materiales para la celebración de esta jornada que incluye un guion litúrgico, carteles y estampas, así como un folleto para orar en familia en el que se proponen oraciones para rezar todos juntos durante los días de Navidad.
Además, los obispos han enviado un mensaje en el que desarrollan el lema de estas jornadas. En su nota aseguran que la familia es un lugar de acogida de la vida “que llega como regalo de Dios” y lo relaciona con la hospitalidad: “es una virtud profundamente familiar, siempre unida a gestos concretos y nos sitúa entre el misterio del otro, de la diferencia”, por eso, “la fe es el fundamento de la hospitalidad”. En esta línea, los obispos invitan a que las familias acompañen en la fe y en la vida a los que les rodean. “Capital importancia –señalan- tiene hoy el acompañamiento de los novios en la preparación próxima y de los primeros años de matrimonio”. Recuerda, igualmente, que ante tantas y difíciles situaciones que sufre la familia, “se agradece la presencia y la compañía que sirva de fuente de consuelo y firma esperanza”. Por último, añaden que la familia, “como Iglesia en miniatura, está llamada hoy más que nunca a ser posada en el que las personas heridas puedan recuperar la salud”. Los prelados cierran su carta animan a celebrar “con gozo y agradecimiento” el día de la Sagrada Familia, dando gracias a Dios por “el don grande que nos ha hecho en el sacramento del matrimonio y en la realidad familiar” y pidiendo que las familias “hagan presentes el misterio del amor de Cristo en nuestra experiencia cotidiana”.
