Archidiócesis de Sevilla

A pocos días de celebrar la Navidad, muchos son los que ya se acercan al mercado para hacer las compras de la cena de Nochebuena y decoran sus hogares con motivos navideños para pasar una velada familiar por excelencia. Si los comensales, además, son católicos, esperan expectantes la llegada del 24 de diciembre para colocar por fin al Niño Jesús en su Belén particular y participar en la Misa del Gallo. Toda una celebración en la que a menudo sobra la comida y destacan las luces brillantes, tanto que se antoja casi intrínseco de la misma Navidad. Pero a 7.000 kilómetros de distancia, el Nacimiento de Dios se presenta de forma muy distinta.

En Venezuela, la mayoría de los cristianos tendrán que conformarse con una cena humilde y escasa en Nochebuena; miles de hogares no encenderán sus luces de Navidad y reencontrarse con la familia resultará una quimera.

Ante esta situación, la Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN España) dedica su Campaña de Navidad a la Iglesia Venezolana.

“La debacle económica por una hiperinflación de la moneda local que hace que los alimentos básicos, medicinas y productos de primera necesidad sean inaccesibles para gran parte de la población; los cortes de electricidad constantes que afectan gravemente a enfermos y multitud de familias, y sobre todo la corrupción generalizada del estamento político en el gobierno y de sus brazos armados nos pinta, todo ello, un panorama desolador”, se lamenta Javier Menéndez, director de ACN España. Frente a ello, asegura, “nos hemos encontrado con una Iglesia auténticamente samaritana, volcada en su totalidad con el más pobre y necesitado y, por ello, con una credibilidad altísima en todo el país”. Destaca, asimismo, el papel fundamental de los obispos, sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos que “realizan una incansable labor y cumplen las obras de misericordia con una dedicación y entrega absolutamente impresionantes”.

De Venezuela a Sevilla

Julia Teresa Borges es el altavoz que desde la Archidiócesis de Sevilla colabora con Ayuda a la Iglesia Necesitada en esta campaña navideña que lleva por título ‘Yo contigo, Venezuela. Con la Iglesia das vida a un país que se muere’.

Julia Teresa lleva afincada en España más de una década y ha podido comprobar el deterioro progresivo que ha sufrido su país de origen. Recuerda cómo en los años 70 u 80 Venezuela era “un lugar próspero y desarrollado”, sin embargo, a partir de una visita que realizó en 2013 apreció grandes cambios en las infraestructuras, en el comercio y en la propia población: “El aeropuerto parecía descuidado, la gente vestía con ropa desgastada y todos estaban más delgados”. Comenzaron también los racionamientos de agua, los cortes de luz y de gas y la escasez de productos básicos. Confiesa, asimismo, una experiencia muy dolorosa relacionada con la muerte de su padre: “Sufrió un infarto y no había ambulancias que pudieran llevarlo al hospital; cuando nos acercamos al centro sanitario más cercano, tampoco tenían las medicinas ni los instrumentos necesarios para ayudarlo”. Finalmente, falleció. Algo similar le ocurrió a su hermano dos años más tarde, cuando fue diagnosticado de un tumor. “Tuvimos que comprarlo todo para su intervención quirúrgica, incluso los guantes del médico”, comenta horrorizada. Ante la falta de antibióticos y de instrumental médico adecuado, su hermano también murió.

Pero Julia Teresa sabe que lo ocurrido a su familia no es algo excepcional, sino que millones de venezolanos sufren situaciones similares. Las cifras ofrecidas por Ayuda a la Iglesia Necesitada así lo demuestran: casi cinco millones de personas se han visto forzadas a emigrar, lo que representa el 15% de la población; el 30% de los niños sufre problemas de desnutrición; y casi medio millón de enfermos crónicos no tienen acceso a los medicamentos, entre otros datos.

La Iglesia que no mira hacia otro lado

Frente a semejante drama la Iglesia en Venezuela se ha convertido en la principal institución que intenta paliar tanto sufrimiento. Lo hace, por ejemplo, a través de comedores parroquiales como el de la Parroquia de San Rafael, en Valencia (Venezuela), cuyo párroco es Nelson Borges, hermano de Julia Teresa; o también del comedor de la Parroquia de San Sebastián de Maiquetía, cerca de Caracas, un programa que apoya Ayuda a la Iglesia Necesitada y gracias al cual comen diariamente 150 niños y ancianos.

Además, esta Fundación Pontificia también hace posible otros proyectos en Venezuela como la construcción de un pozo de agua para el colegio parroquial La Escolanía Niños Cantores, en la Diócesis de La Guaira; la reparación y sostenimiento de 24 vehículos para la Diócesis de Carúpano; la adquisición de tres motores de embarcación para la atención de las parroquias en la zona fluvial de la Archidiócesis de Tucupita o el envío de más de 5.000 Biblias a la Diócesis de Acarigua-Araure, “para que llegue la Buena Noticia a todos los rincones”. En esta línea, ACN España también está apoyando activamente a la Iglesia venezolana en su labor pastoral con el sostenimiento económico y la formación de cientos de sacerdotes y religiosas.

Para mantener estas ayudas, la Fundación Pontificia hace una llamada a todos los cristianos para “colaborar y orar por nuestros hermanos venezolanos”, y animan a organizar durante este tiempo de Adviento y Navidad, Vigilias de oración en las parroquias y a celebrar lo que denominan ‘Noches de los Testigos’, es decir, una adoración eucarística acompañada de testimonios de cristianos venezolanos presentes en la Archidiócesis. También ofrecen campañas de divulgación y sensibilización en las parroquias, colegios o hermandades que lo soliciten, que incluyen muestras fotográficas o conferencias.