Monseñor Asenjo exhorta a los seminaristas a vivir “intensamente” esta Semana Santa y colaborar en el servicio a los pobres
Aunque la pandemia actual nos obligue a estar encerrados en casa, esto no es impedimento para que el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, se mantenga cerca de sus fieles.
No en vano, entra de lleno en los hogares de los sevillanos cada día gracias a la radio, la televisión e internet. De igual forma, mantiene un estrecho contacto con el clero, a los que ha enviado varias cartas para infundirles ánimo y reconocer la encomiable labor que están realizando.
Igualmente, monseñor Asenjo ha escrito a los seminaristas de la Archidiócesis, tanto del Seminario Mayor, el Menor y el Redemptoris Mater. A todos ellos, en nombre también del Obispo auxiliar de la diócesis, monseñor Santiago Gómez, se ha dirigido en una carta en la que confiesa imaginárselos “recluidos en vuestros hogares, con vuestros familiares. Supongo que estudiando intensamente, aprovechándoos de la oportunidad que tenéis de recibir lecciones online”.
Pero, además de esta formación académica, el Arzobispo exhorta a los seminaristas a no olvidar la vida espiritual: “Supongo que los que podáis participareis con vuestro párroco en la celebración de la santa Misa, que reservaréis un rato para la oración diaria y para la recitación del oficio divino, para el rezo del santo Rosario, el examen de conciencia, la lectura espiritual y las demás prácticas espirituales”. Estas prácticas, mantiene el Arzobispo, “nos mantienen frescos y fieles a nuestra vocación y a la especial predilección que el Señor ha tenido con vosotros al elegiros y llamaros para que seáis sus amigos y un día sus compañeros y colaboradores en el ministerio de salvación”. Asimismo, insiste en que, en la medida de lo posible y sin correr riesgos, colaboren en el servicio a los pobres, “que están siendo legión ya, pero que lo van a ser especialmente en los próximos meses”.
Una Semana Santa sin distracciones
Con respecto a la Semana Santa, monseñor Asenjo ha animado a los seminaristas a vivir “intensamente” estos días “aunque no tengamos la apoyatura de la piedad popular”. Una oportunidad, dice, que evitará distracciones y permitirá “vivir estos días muy cerca del Señor”.
Finalmente, insiste en la importancia de la oración y pide a los futuros sacerdotes “interceder por el dolor del mundo”, para que “Dios quiera que la pandemia que estamos sufriendo y que tanto nos hace padecer, sea para todos un acontecimiento de gracia que nos ayude a renovar nuestra vida cristiana y nuestra fraternidad”.
