La Virgen de los Remedios, patrona de Mairena del Alcor

El próximo 8 de septiembre se cumplirán cincuenta años de la coronación de la Virgen de los Remedios, patrona de Mairena del Alcor, por el entonces Cardenal Bueno Monreal. Con este gozoso motivo, traemos hoy a nuestra sección esta bella imagen mariana que se venera en la Ermita de San Sebastián.

La devoción a la Virgen de los Remedios remonta sus orígenes a una tradición que afirmaba que en la Capilla de la Casa-Palacio de los Duques de Arcos se veneraba una imagen de la Virgen con este título, parece ser regalo de los frailes capuchinos de Sevilla, que alrededor de 1633 fue trasladada a la Ermita de San Sebastián. La creciente devoción a esta imagen impulsó la fundación de una Hermandad en 1673, aprobándose sus primeras reglas el 24 de julio de dicho año.

De esta primitiva escultura, que podemos datar de la primera mitad del siglo XVII, se conservan algunos grabados y fotografías antiguas, así como la pintura que se encuentra en el retablo de la Calle del Arco (en la imagen), que data de 1855, y en la que aparece junto con la venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Por estos testimonios gráficos podemos conocer el aspecto de la Virgen primigenia, que sujetaba en su mano izquierda al Niño Jesús, mientras que en su mano derecha portaba el cetro y que se caracterizaba por un marcado hieratismo y frontalidad. Cubría su cabeza con una toca blanca que le enmarcaba el rostro, y a sus pies llevaba la media luna, mientras que el Niño Jesús portaba en una de sus manos el orbe.

Esta primera Virgen de los Remedios se perdió en el incendio intencionado de la Ermita en 1936, por lo que fue sustituida en un primer momento por otra realizada en barro, hasta que en 1952 se encarga la imagen actual al escultor y pintor aznalcollero Francisco Pascual Reyes (1922-1975). Es de madera de ciprés y como la antigua, sostiene al Niño Jesús en su brazo izquierdo, y el cetro de Reina en su mano derecha. Aparece enmarcada por una ráfaga de plata que junto con la media luna que lleva a sus pies, alude a la visión del Apocalipsis (Ap 12,1).

El Niño Jesús por su parte aparece bendiciendo a los fieles con su mano derecha y sosteniendo en su mano izquierda la bola del mundo, atributo que hace referencia a su condición de Salvador de la humanidad.

A lo largo de su historia la Patrona de Mairena ha sido restaurada en varias ocasiones, entre las que destacan las realizadas por los imagineros José Paz Vélez y Francisco Buiza.

De entre todas las tradiciones que rodean esta secular devoción a la patrona de Mairena, son especialmente destacables las antiguas coplas que aún hoy le cantan a la Virgen sus Campanilleros, en las que con gran sencillez popular, se llama a la oración y a la devoción a la Madre de Dios.