Archidiócesis de Sevilla

En el Convento de San José del Carmen  (Las Teresas) se conserva una obra espléndida de Juan de Mesa (1583-1627), que representa a la Inmaculada Concepción, vestida con el hábito carmelitano.

En 1606, cuan Juan de Mesa tenía 23 años, entró a formar parte del taller sevillano de Juan Martínez Montañés. La imagen de la Inmaculada del Convento de las Teresas fue atribuida durante mucho tiempo a su maestro, hasta que estudios más recientes han fechado la hecha de esta imagen en 1610 y como obra del discípulo Juan de Mesa.

Había nacido en Córdoba, pero sus mejores obras las realizó en Sevilla aprendiendo de la gubia insuperable de su maestro, y dando a sus esculturas un barroquismo moderado, lleno de inspiración sobrenatural. Parece que esta imagen de la Inmaculada fue realizada para el retablo mayor de las carmelitas, que estaba haciendo el artista Jerónimo Velásquez.

La mirada hacia debajo de la Virgen tiene un gesto de espiritualidad en que aflora su misterio interior. Dentro de la iconografía de la Inmaculada, ésta de las Teresas está descrita dentro de una mayor sencillez. Sin ángeles a sus pies, ni siquiera la media luna, tiene como único ornamento la corona de doce estrellas, y presenta sin embargo, un rico manto estofado que recoge en el brazo izquierdo, a la vez que lo sujeta con sus manos juntas ante el pecho. Toda la figura es un prodigio de sencillez e interioridad, que está a tono con las religiosas para las que fe hecha.

Bajo su manto, deja ver el escapulario del Carmen, por lo que se la conoce como la Inmaculada Carmelitana.  El misterio que proclama esta imagen está basado en la sencillez de una belleza sobrenatural.

José Fernando Gª Gutiérrez, S.J.
Delegado Diocesano del Patrimonio Artístico.