Archidiócesis de Sevilla

Enclavada en lo alto del Cerro que lleva su nombre, en la margen izquierda del Guadalquivir, la Ermita de san Juan es una interesantísima edificación mudéjar del siglo XV, labrada entre 1474 y 1500 en tiempos del cardenal Diego Hurtado de Mendoza. Está compuesta de una solo nave dividida en cinco tramos por arcos transversales apuntados sobre pilares adosados a los muros laterales. Al exterior presenta unos grandes contrafuertes que le confieren una potente imagen. En el muro de la Epístola se abre una portada ojival de ladrillo limpio con arquivoltas que da acceso a lo que hasta hace muy poco era la vivienda de las ermitañas, las queridas y recordadas Merinas, mientras que en el muro de los pies, que según algunos autores pertenece a una torre defensiva árabe del siglo XII, se encuentra un arco de herradura apuntado. En el siglo XVIII se construye a los pies de la nave la sencilla y hermosa espadaña y se abre en el altar mayor un camarín de planta cuadrada, cubierto por una bóveda sobre pechinas con decoración de roleos y pinjantes, que cobija la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, obra anónima de 1500, cuyos orígenes están rodeados de leyendas. El retablo en el que se encuentra puede datarse en los últimos años del siglo XVII y se relaciona con la obra de Cristóbal de Guadix; se compone de un solo cuerpo entre columnas salomónicas. Habría que destacar la puerta del Sagrario, que presenta una pequeña pintura sobre cristal de la Dolorosa, de gran valor y antigüedad, así como las contrahuellas de los escalones del presbiterio, con azulejos de entre los siglos XV al XVII.

Hay que reseñar también los retablos laterales barrocos en los que hoy se encuentran las imágenes de la Virgen de la Concepción, obra de Rafael Barbero de 1953, de gran belleza, y San Juan Bautista, de Fernando Castejón de 1997. En la ermita igualmente se encuentra un interesante Ecce Homo de principios del XVIII. Subrayar también por su importancia el cipo romano con una inscripción rodeada de rosas y hojas de acanto, de principios del siglo II d.C.

El templo es sede de la Humilde y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, Purísima Concepción de María Santísima y San Juan Bautista, hermandad fundada alrededor del año 1500.

La Ermita debido a su localización y su disposición es un lugar privilegiado para la oración y la meditación por el silencio, la tranquilidad y la paz que entre sus muros encontramos. La arquitectura que nos envuelve y que todo lo focaliza hacia el altar mayor, nos ayuda aquí perfectamente a centrar nuestra mirada y nuestro corazón hacia la imagen del Crucificado con el Sagrario a los pies, disponiendo nuestra alma al encuentro con Cristo que por amor se entrega en la cruz y se queda para siempre con nosotros en la Eucaristía.