Fake News
En estos tiempos de tantísima información y que tan veloz nos llega, lo vamos a tener que llamar el tiempo de la desinformación, de la mentira, del bulo. He leído sobre lo que llaman Fake news, las noticias falsas, las que muchas veces circulan en Internet a través las redes, en las noticias de prensa, en el humor del día, en Twitter, en los WhatsApp, en Facebook,… Como que se ha globalizado la mentira.
Existen empresas en crear noticias falsas. Siempre ha habido rumores, pero el problema es tan acuciante por el efecto multiplicador y la rapidez en propagarse. Ante este panorama es necesario tener buenos criterios y sentido común para saber detectar donde está la verdad, o hasta dónde es mentira lo que nos dicen.
No pensemos que dicen las mentiras los otros, las grandes empresas, la política…
¿Nosotros? Nuestro afán de dar la noticia como primicia nos envuelve en ese mundo de las fake news. Se habla de todo y se habla de personas a las que les quitamos la fama con el “chisme”, como le llama el papa Francisco: “El chisme va más allá, siembra discordia y enemistad, siembra el mal”. Para el Papa, el chismorreo es uno de los peligros “que más debilita a las comunidades y a las personas”.
Todos anhelamos buscar la verdad. ¿Dónde está la verdad? Jesús nos dice: ”Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 1-12) y “todo el que es de la verdad escucha mi voz”. (Jn 18, 37).
Pilar Azcárate
Mercedaria Misionera de Bérriz
4 comentarios
Muy bien, Pilar, eso es la gran verdad “Jesucristo es el camino, la verdad y la vida”. Debemos evitar los ” chismes”.
Muy acertado el articulo. Totalmente de acuerdo.
Querida Pilar
Me gusta mucho la reflexión que nos regalas en tu blog. Sobre todo cuando llamas la atención sobre el papel que podemosjugar cada uno de nosotros en la difusión/creación de estas Fake News.
Gracias
En estos tiempos quien más quien menos hemos oído, leído, y quizás difundido… con solo dar un botón, noticias y opiniones que luego hemos descubierto que eran falsas. Y lo triste es cuando afecta a personas, instituciones… que sin querer manchamos, y destruimos su honor… y qué difícil es subsanar esa situación. Hay que perder el deseo “de estar a lo último” por el deseo de estar en la verdad… porque solo “la verdad nos hará libres” (Jn 8,32). Gracias Pilar por recordárnoslo.