BIENVENIDOS
Comenzamos la andadura de este blog que quiere ser un reflejo, aunque con sus propios matices de luz, de ese “Espejo de Sevilla” que cada viernes a las 13:30 h sale a las ondas de Sevilla en la Cadena Cope
Y comenzamos con una pregunta.
Cuando entras en una iglesia, ¿hacia dónde te diriges primero?
Allí donde está una lámpara roja encendida, está el corazón de la comunidad y la razón de todo esto: la razón de lo que creemos, amamos y esperamos.
Ese lugar del templo donde está una lámpara roja encendida es el termómetro que mide cómo va de bien o de regular una comunidad cristiana, que puede ser una parroquia o una hermandad, o un convento. O el mismo clero de una parroquia.
El verdadero termómetro no es la cantidad de gente que acude a una procesión o a una misa solemne. Como sí que lo fue aquella vigilia eucarística de los jóvenes en la JMJ de Madrid del año pasado.
Lo que mide el calor, la temperatura de tu fe es cuánto tiempo pasas delante de Cristo en el Sagrario.
Comparto bastante de lo que opinaba el profesor Sánchez Herrero en un artículo en el “Diario de Sevilla” del pasado mes de abril cuando hacía notar la amarga contradicción entre la indiferencia o poca atención y respeto por Cristo en la Eucaristía (sólo hay que ver cómo se comulga a veces) y el respeto con el que se trata a las imágenes, transportándolas con plataformas o mecanismos, evitando el contacto humano con ellas y convirtiéndolo en una ceremonia excesiva.
Es fundamental tener amor, rezar y adorar a Cristo en la Eucaristía. Porque es un termómetro de la verdadera fe.
Una buena ocasión el Año de la Fe para ir creciendo en la atención que se debe a Jesús Sacramentado. Toda la Archidiócesis, a través de la pluralidad de grupos, movimientos y hermandades que conviven en las parroquias, va a revisar unánimemente el Credo por medio de una catequesis común. Descubriremos que la Iglesia vive de la Eucaristía, y se encuentra a sí misma cuando celebra los sacramentos y cuando adora la presencia real de Jesucristo.
La próxima vez que entres en la Iglesia, ve a ver primero a Jesús Sacramentado, allí donde encuentres encendida una pequeña lámpara roja.
