Delegación diocesana para el Clero y el Diaconado Permanente

Jesucristo es Sumo y eterno Sacerdote, "Mediador de la nueva Alianza" (Hebreos 9,15). Porque "Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la drogó quien le había dicho: "Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy". O como dice otro pasaje de la Escritura: "Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec" (Hebreos 5, 5-6). Oramos por los sacerdotes que Dios nuestro Padre, ha llamado a participar ya de la liturgia celestial y han muerto. Durante su vida ministerial en la Archidiócesis de Sevilla realizaron en medio de nosotros la tarea de hacer presente a Cristo el Buen Pastor en la comunidad cristiana. Nuestros hermanos sacerdotes, que ya han partido a la Casa del Padre, fueron elegidos por Cristo, para hacer las veces de Cristo Maestro, Sacerdote y Pastor. Celebraron durante su vida ministerial el culto divino, la Eucaristía que no nutre en la fe, nos transmitieron la Palabra de Dios con alegría y conformaron su vida de tal manera que creyeron en lo que proclamaron en la Escritura, enseñaron e lo que creyeron y practicaron lo que enseñaron. Oramos por ellos y pedimos al dueño de la mies, les otorgue el sitio preparado para ellos que apacentaron el rebaño.