Apostolado Seglar plantea sus retos de cara a un curso condicionado por la pandemia
El salón Cardenal Spínola del Arzobispado de Sevilla ha acogido la celebración de la asamblea de inicio de curso de la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar. Una asamblea que se ha desarrollado conforme a las indicaciones establecidas por las autoridades sanitarias para este tiempo de pandemia. Este encuentro ha contado con la participación de los representantes de los movimientos y asociaciones laicales con presencia en la Archidiócesis, así como los laicos que forman parte de comunidades parroquiales y otros ámbitos eclesiales.
La pandemia de la Covid-19 ha sido motivo de debate entre los asambleístas, que han hecho un llamamiento a la creatividad y la esperanza para afrontar la situación actual. “No en vano –comentó Enrique Belloso, delegado diocesano- este virus ha cambiado prioridades y está marcado nuestra vida, la de nuestras comunidades y la de toda la sociedad”.
La asamblea se hizo eco de las conclusiones del Congreso Nacional de Laicos y su difusión en Sevilla durante este curso pastoral. Tras revisar la situación que se vive en las asociaciones y movimientos con motivo de la pandemia, se estudió la situación de las parroquias y otros ámbitos pastorales laicales. Se ha acordado potenciar la centralidad de los cuatro itinerarios del Congreso (primer anuncio, acompañamiento, procesos formativos y presencia pública) en todas las acciones pastorales que se impulsen. También se ha recodado la cuarta línea de acción de las Orientaciones Pastorales Diocesanas -cuidar la dimensión social de la evangelización y la opción por los pobres-, así como la necesidad de que en este curso se impulsen iniciativas para potenciar el servicio evangelizador de la Doctrina Social de la Iglesia.
Según la información facilitada por la Delegación Diocesana, se insistió en la necesidad de “mantener y fortalecer las relaciones entre delegaciones e instituciones eclesiales, los movimientos y asociaciones laicales, laicado vinculado a la vida consagrada y el laicado organizado en grupos y comunidades en parroquias, así como con las delegaciones diocesanas”. Por otro lado, se acordó continuar con el impulso en diferentes ámbitos de la formación del laicado, en especial a través del Itinerario de Formación Cristiana de la Conferencia Episcopal Española, en parroquias, colegios, hermandades y asociaciones laicales.
Por su parte, el delegado diocesano de Apostolado Seglar subrayó la conveniencia de “reforzar el compromiso y la presencia pública de los carismas apostólicos y del pensamiento cristiano a través del diálogo con todos. Así como la necesidad de animar y acompañar al laicado y sus instituciones en una sociedad en transformación, potenciando iniciativas que ayuden a fortalecer la creatividad cristiana, a través del impulso de acciones en red, especialmente motivados y animados por la reciente Encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti.
Propuestas concretas para este curso
Entre las nuevas iniciativas impulsadas, la más significativa es el Foro online ‘Pueblo de Dios en salida’, que desde este mismo mes de octubre ofrecerá cada quince días –hasta junio- una formación abierta y dinámica, a través de internet, para laicos con especial incidencia en grupos parroquiales y las personas que acuden a la Misa los domingos, sin vinculación a grupos o comunidades, que se pueden ampliar a otros colectivos.
Este año el Seminario de Estudios Laicales ‘Miguel Mañara’ llega a su XIª edición bajo el título: ‘La dimensión social del Evangelio, camino de fraternidad para un laicado en acción’, una iniciativa que se realiza en colaboración con la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. Además, se celebrarán tres sesiones extraordinarias del Seminario dedicadas, respectivamente, al compromiso político, al laicado y piedad popular y al laicado vinculado con la vida consagrada. Igualmente, se seguirán impulsando ámbitos de diálogo y reflexión con la sociedad, como es el caso de los Encuentros de Pensamiento Cristiano, en los que se fomenta “una red que promueva la creatividad y la amistad social”. Finalmente, habrá espacio para otras acciones pastorales y formativas “que llevan a concretar planteamientos y estrategias para una sociedad y una Iglesia post-Covid-19”.
