Archidiócesis de Sevilla

En los conventos de los religiosos mercedarios, presidiendo los sitiales del coro, suele haber una imagen de la Virgen de la Merced, la Comendadora.  La que se conserva en la Capilla del Museo es la que presidía el coro del convento de los Mercedarios, en que ahora está el Museo de Bellas Artes.

Es una imagen de la Virgen sedente, con la majestuosidad de la Theokos de escuelas anteriores en el período gótico, pero con la dulzura más señalada del rostro que aparece ya en el siglo XVI. Su actitud acogedora en el centro del coro es, sin duda, el dato distintivo de estas Vírgenes Comendadoras. En su mano izquierda sostiene el Libro de las Horas, como acompañando en el rezo litúrgico a la comunidad de mercedarios, mientras que apoya la mano derecha sobre el pecho.

El prof. Hernández Díaz la considera obra del gran escultor Jerónimo Hernández (1540-1586): El erudito López Martínez fecha esta soberana imagen en 1584, y apunta la atribución a Jerónimo Hernández, clasificación que suscribo en plenitud. La monumentalidad compositiva, las perfecciones del dibujo, modelado y talla son las utilizadas en la producción de este excepcional imaginero. Su policromía corresponde al siglo XVIII…

Jerónimo Hernández nació en Ávila y se formó en el taller toledano de Juan bautista Vázquez el Viejo. Aunque no realizó muchas obras, puede considerarse uno de los creadores de la Escuela de Escultura de Sevilla, en donde trabajó. De él se conserva la imagen de la Virgen de la O (1575), que se venera en la parroquia de Ubrique (Cádiz), y el Cristo Resucitado (1582) de la Hermandad de la Quinta Angustia, en la iglesia de la Magdalena, de Sevilla.

La Virgen Comendadora de la Merced, de la Hermandad del Museo, de Sevilla, es una bella muestra de la originalidad de este artista, en pleno siglo XVI. Jerónimo Hernández marcó un camino a seguir en el estilo sevillano de las Vírgenes de Gloria de aquel siglo.

Fernando García Gutiérrez

Delegado diocesano de Patrimonio Cultural