Archidiócesis de Sevilla

Una de las piezas más interesantes de orfebrería que existen en la Catedral de Sevilla es el Sagrario del altar mayor. Fue realizado por Francisco de Alfaro, según el contrato de la tasación, el 26 de noviembre de 1593/1596. Está hecho de plata, repujada y cincelada en su color, aunque tiene algunas partes sobredoradas. Mide 1090 mm de altura, 1200 de ancho, y pesa más de 86 kilos de plata.

El 8 de noviembre de 1583, Francisco de Alfaro fue nombrado platero de la Catedral. Con este cargo, Alfaro se comprometía a realizar las obras nuevas de plata que se fuesen haciendo en la Catedral, y a la conservación de las ya existentes. Era sin duda el orfebre más famoso de aquella época en Sevilla.

Este sagrario semiovalado es una obra de un diseño originalísimo, que introduce por primera vez en España las columnas salomónicas, inspiradas en el tratado arquitectónico de Vignola,  que después se iban a emplear tanto en los retablos y portadas. El escultor Vázquez y el tornero Luque realizaron la estructura del sagrario en madera, sobre la que Alfaro realizaría su obra de orfebrería, aplicando la plata, el oro y las piedras preciosas que le proporcionaron. La plata provenía en su mayor parte de la anterior custodia procesional que ya estaba en desuso, desde que Juan de Arfe terminó la suya en 1587.

El sagrario se compone de dos templetes superpuestos: el superior representa al arca del propiciatorio con los serafines que la custodian; en la puerta del sagrario está representada la escena de la caída del maná  desde el cielo; el Padre Eterno está en el ático, y los profetas Zacarías, Ezequiel, Joel, Malaquías,  Isaías y Jeremías, están en los intercolumnios. La peana en que se asienta el sagrario fue realizada más tarde, en 1671, por el platero Luis de Acosta.

Este sagrario del altar mayor es una pieza que destaca entre las riquísimas obras de orfebrería de la Catedral de Sevilla.

Fernando Gª Gutiérrez, S.J.

Delegado Diocesano del Patrimonio Artístico