«La oración es fundamental para que el alma del ser querido que se ha ido esté en paz»

Hace un tiempo estuve en un entierro, me acerqué a darle el pésame a la familia y tras hacerlo me quedé muy impresionado por una frase que me dijo: “yo sé que está con Dios ¿qué hay mejor que eso?”, con una tranquilidad y paz que te descolocaba absolutamente. Y es que hay que tener muy claro que cuando algún familiar o ser querido es llamado por Dios, está en un sitio que más quisiéramos algunos tener esa compañía.

Lo importante es rezar y pedir para que esté lo antes posible con Dios. Para esto la Iglesia tiene a personas que dedican su vida a rogar por los vivos, pero también por los difuntos. De las muchas instituciones que pueden dedicarse a ello, hablamos con las Comendadoras del Espíritu Santo de Sevilla, de la Orden del Espíritu Santo. Ellas son una obra de amor y para el amor. Como se puede leer en su completa página web “el primer Hospital fundado por el Beato Guido fue en Montpellier, que quedó destruido en 1562 por los calvinistas”.

Mantienen un carisma de alabanza y misericordia, que se vivía y se sigue viviendo en plenitud en los Monasterios y Conventos de la Orden pues es una obra de misericordia «muy importante», pues se refiere al destino final del alma: siempre superior al cuerpo. Como se puede seguir leyendo en su web “el esplendor de la Orden desde el siglo XII hasta el XV fue enorme. Los sucesivos Papas a Inocencio III la colmaron de favores y privilegios en reconocimiento a la labor que realizaba” ¿Quién no puede reconocer obras que únicamente hacen el bien a los demás? Sería de hipócritas no reconocer que las acciones que hace la Iglesia son para buscar el bien.

Una de las hermanas, cuyo nombre prefiere no revelar porque “no hace falta ese tipo de protagonismo”, cuenta cómo cree ella que se puede explicar a una persona que es atea o agnóstica que rezar por los difuntos es algo bueno, pero sobre todo muy necesario para su alma. “El ateo no podrá rogar por los difuntos si antes no cree en Dios y en la otra vida, superior a ésta en la que vivimos. Por ello, debemos rogar por los ateos, terroristas etc. pues la misericordia de Dios es infinita y no sabemos qué gracias habrán recibido  de Él un segundo antes de la muert,e en la comunicación de Dios con el alma, en este momento supremo”. Pero no sólo hay que centrarse en esto, “sino que a los que creen hay que hacerles ver que es fundamental la oración, para que el alma del ser querido que han perdido esté en paz”.

Es asombroso la seguridad en un creyente de saber con una firmeza difícil de explicar que su familiar o ser querido está en paz y con Dios en el cielo. Lo verdaderamente elogiable es, con la tristeza de no verlo más físicamente, saber que rezando, tarde o temprano, esa persona estará con quien nunca abandona, que siempre cree en nosotros y nos perdona hagamos lo que hagamos. La oración tiene un poder extraordinario, algo que a veces no lo tenemos muy claro. Porque, ¿qué es la oración? Hablar con Dios, que con veinte minutos al día todo puede tener un sentido distinto. Rezar a Dios por quien nos deja para que Él lo acoja cuanto antes es un acto de fe, de demostración cristiana.

CONTACTO

Comendadoras del Espíritu Santo

Dirección: San Juan de la Palma, 23. 41003, Sevilla.

Teléfonos: 954.22.12.73

Correo electrónico: monasteriosanctispiritus@gmail.com

Web: www.ordendelespiritusanto.com

ComparteShare on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Share on LinkedIn