“La clave está en dar sin esperar recibir nada a cambio”

El Papa Francisco es un genio, sin más. En uno de los tuits que difundió, decía que un cristiano “sabe dar porque su vida está llena de sencillos gestos de generosidad hacia los demás”. Y, como siempre, da en la clave, en el centro de la diana. Este proyecto consiste en un plan de formación, atención y seguimiento para el cuidado de pacientes y mayores asistidos en conventos de clausura de Sevilla ¿Innovador, no? Ya no es solamente que sea original, es que puedas prestar tiempo de tu vida cuando vivimos en un mundo de agobios y en el que a más de uno le gustaría poder disponer de más horas al día.

En el año 2012 surge una idea extraordinaria, pero hasta el siguiente año no se comienza a actuar, en 2013. Surge el llamado “Proyecto de formación en conventos de clausura” en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, porque Julián Sánchez Bravo detecta una necesidad, ya que, como nos explica Javier, director de enfermería del hospital, “en los conventos de clausura hay hermanas que están enfermas y las cuidan las otras monjas”. Estas hermanas no han tenido una formación previa y las que la tuvieron no la tienen actualizada. Julián Sánchez Bravo le plantea a Javier Consegliere este proyecto para presentarlo al Arzobispado, que consiste en formar a las monjas cuidadoras en los cuidados de las hermanas enfermas. Julián se lo comentó a Javier que, encantado y con mucha ilusión, acepta este nuevo reto, siempre contando con el apoyo y aprobación del padre Carlos Coloma.

A una persona se le nota cuando tiene o no ilusión a la hora de presentar un proyecto, desde la forma de hablar hasta los gestos que hace cuando se dirige a ti. Entramos en el despacho de Javier, y al poco de comenzar la entrevista nos comentó que estaba “muy ilusionado y con ganas de comenzar un proyecto bonito y apasionante”. El proyecto está formado por tres grandes bloques: formación teórica, formación práctica y el seguimiento mensual de la formación.

La formación teórica, como higiene y cuidado de la piel o movilización de pacientes encamados, es un aspecto fundamental para comprender el por qué de lo que sucede. La formación práctica, como el cuidado directo de los pacientes, es imprescindible para saber bien lo que estás haciendo. Y el seguimiento mensual para no perder la formación adquirida en los meses anteriores.

Ellos van a los monasterios, imparten las clases en 15 horas divididas en dos días, normalmente los fines de semana, aunque se adaptan a las necesidades de las hermanas por lo que tuvieran que realizar en su día a día. Es un fin de semana de alegría, vida y enseñanza: todo unido en un proyecto innovador, generoso y sobresaliente. Dios no elige por casualidad, no hace las cosas al azar, porque a cada persona le da el talento que mejor sepa explotar, algo que queda tajantemente claro cuando hablas con Javier sobre esta sensacional misión.

Hay que mostrar al mundo las misiones tan brillantes que hace la Iglesia, que parece ser que no interesa a los medios de comunicación y que son innumerables ¿De quién es la culpa entonces de no darle voz? ¿De la Iglesia que no realiza acciones o de los medios que no lo difunden?

Enseñar, ser generoso, dar sin esperar recibir nada a cambio y ser coherente con tus principios: esa es la clave.