“Calidad y calidez” en el trato a los mayores

Como dijo el escritor y dramaturgo francés Jules Renard, “la vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven”. Y esta es una de las frases que resume la labor social que realizan en la Residencia de San Juan de Dios con los mayores, porque según los que allí trabajan “forman parte de nuestra familia e intentamos que no se sientan desfasados por tener más edad”.

Esta residencia de ancianos es un centro de Intervención Integral de la Vejez, de confesionalidad católica y promovido para el cumplimiento de un servicio público, con gestión privada pero sin ánimo de lucro, de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Provincia Bética. La residencia está abierta a todo anciano que necesite asistencia, sea cual sea su condición religiosa o económica. Los objetivos fundamentales del modelo de esta residencia son tres: unidades no residenciales, es decir, mantener a la persona en su entorno todo el tiempo posible a través del Club Social, la Unidad de Día y la Ayuda a domicilio; unidades intermedias, mediante unidades protegidas o viviendas compartidas; y, por último, unidades residenciales, como la unidad de válidos y la unidad asistida, destinada a las personas que no pueden valerse por sí mismas.

Esta residencia tiene como objetivo la asistencia integral a ancianos, aunque lleva su labor adelante con muchas dificultades económicas que acaba cubriendo con donativos. De hecho hay una campaña llamada “Apadrina a un mayor” en el que se invita a colaborar en el apadrinamiento de una persona mayor que tenga escasos recursos económicos, una iniciativa extraordinaria, porque como dijo el Papa Francisco “los ancianos son el tesoro de la sociedad, ya que nos dejan una herencia noble y verdadera”.

En total son ochenta los ancianos que viven esta residencia, existiendo una larga lista de espera para entrar. La edad media de estas personas suele ser alta –algunos incluso pasan la centena-, síntoma de lo bien atendidas que están. Los voluntarios juegan un papel fundamental, pero no cualquiera puede serlo porque la atención a personas mayores es complicada y diversa por cada personalidad, por lo que hay que hacer un curso para la formación profesional del voluntario que quiera ayudar a la Residencia San Juan de Dios de Sevilla.

Aquí tienen una forma “muy personalizada” de atender a los mayores, siempre de una manera muy profesional, “porque cada persona es distinta y no solamente son o muy buenos o muy cascarrabias, como creemos por los estereotipos”, sino que son “de muy diversas personalidades y hay que estar atento para saber qué cuidado necesita cada uno”, para “dotar de calidad, y sobre todo de calidez, la atención que le proporcionamos a diario”.

La Residencia San Juan de Dios muestra que las personas mayores son muy importantes en la vida de cualquiera, porque dan una visión totalmente distinta de a lo que nos podemos enfrentar. Los ancianos son, en definitiva,  fundamentales para comprender un pasado que nos haga mirar al futuro con optimismo.

 

CONTACTO

Residencia San Juan de Dios- Sevilla

Calle Sagasta, 1 (Junto a la Plaza del Salvador)

Tlf: 954 50 10 96

 

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