Archidiócesis de Sevilla

No es extraño que los temas marianos tengan un papel importante en el programa iconográfico de la Iglesia de la Santa Caridad establecido por Don Miguel de Mañara:  ya los Hermanos de la Santa Caridad hicieron un voto de defender la Inmaculada Concepción de la Virgen en 1653. Entre los altares laterales de la iglesia, hay uno dedicado a la Anunciación de la Virgen y otro a la Virgen de la Caridad.

La imagen de la Virgen de la Caridad es una obra anónima del siglo XVI, a la que Pedro Roldán añadió más tarde una peana con cabezas de ángeles. Es una bella Virgen con el Niño en su brazo derecho, que mira tiernamente a la  cara de la madre. El rostro de la Virgen es de  una enorme serenidad, como sobrecogida con el dulce peso de la divinidad que lleva e sus manos. Los pliegues de los paños son de una gran sencillez, y el estofado es propio de la sobriedad del siglo XVI.

Como todas las obras de arte de esta iglesia, esta imagen de la Virgen es un icono de caridad: la que irradia entre la Madre y el Niño es una muestra de la que aparece en todas las obras de pintura y escultura de los demás altares.  El amor entre la Virgen y el Hijo es un ejemplo de la caridad que aparece en las distintas obras de arte que describen la misericordia; el amor de Cristo que se encarna en la Virgen como supremo acto misericordioso. De aquí la representación de La Virgen de la Caridad.

 Fernando Gª Gutiérrez, S.J.

Delegado Diocesano de Patrimonio Cultural