Archidiócesis de Sevilla

En la descripción tan completa de la Vida de Cristo, que es el Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla, es natural que aparezcan varios relieves de la culminación del Misterio Pascual de Cristo,  que describen  la resurrección.

Entre el Cristo del Millón (del siglo XIV)  que lo corona todo,  y  la Virgen de la Sede (del siglo XIII) que está sobre el sagrario, se encuentran  la viga de imaginería y el retablo propiamente dicho  en la parte central, con los costados llenos de imágenes que completan  el conjunto.  Todo responde a una estructura  goticista trazada por el alemán  Pieter Dancart  (entre 1480 y 1481) , operando también en la obra Maestre Marco y los hermanos Alejo y Jorge Fernández. En la parte central del retablo hay 34 relieves y centenares de esculturas. Entre esos relieves están los de la Resurrección de Cristo y la Aparición a María Magdalena.

La escena de la Resurrección ocupa un lugar central, debajo de la Ascensión al cielo.  El acontecimiento supremo del triunfo de Cristo está realizado en un ambiente de suprema serenidad. Contrasta la majestad ascendente de Cristo desde el sepulcro  con la quietud adormecida de los guardias. Este contraste está también expresado  en la diferencia cromática de las figuras: la de Cristo resalta por sus colores luminosos, mientras que los soldados están descritos con tonalidades oscuras. Es la exaltación de la luz sobre la tiniebla, la vida sobre la muerte. Tal es la fuerza descriptiva de Jorge y Alejo Fernández.

La Aparición de Cristo a María Magdalena es toda claridad: la comunicación del triunfo de Cristo sobre la muerte, hecha a esta buscadora del Señor entre los muertos, está descrita en un diálogo sin palabras, con dos miradas que se cruzan y dos gestos de acercamiento. Como en el relieve anterior, Alejo y Jorge Fernández saben manifestar los misterios más profundos con pocos elementos descripticos,  pero llenos de interioridad.

Estas cualidades de los artistas que iniciaron la realización del Retablo Mayor de la Catedral de Sevilla, fueron continuadas por los artistas que lo completaron, como Juan Bautista Vázquez el Viejo, Roque Balduque y otros.

 Fernando Gª Gutiérrez,S.J.  

Delegado Diocesano de Patrimonio Cultural